Desde este fin de semana, la Fórmula Uno entra en su gira por Europa, lo que debe ser tomado como el impulso ideal para el mexicano Sergio Pérez, quien está obligado (y con urgencia) a salir del bache por el que atraviesa, para comenzar a sumar puntos de nueva cuenta.
De las últimas tres fechas disputadas en la máxima categoría, el ‘11’ de la parrilla sumó sólo cuatro unidades (en Emilia-Romagna, donde fue octavo), pues tanto en Mónaco como en Canadá, su auto se dañó y en ambas tuvo que abandonar. Dos DNF’s que pronto le hicieron caer en la tabla y alejarse de la punta, donde su meta —al menos en esta temporada— es repetir el subcampeonato logrado en 2023.
Ya con su renovación firmada por dos años más y las esperanzas del equipo puestas en él y en su coequipero, Max Verstappen, el tapatío no puede permitirse comprometer aún más su posición en el campeonato de pilotos (donde ahora es quinto, con 107 unidades), ni mucho menos complicar a Red Bull en la lucha por la cima del de constructores, en el que Ferrari, McLaren y Mercedes se han convertido en serias y constantes amenazas para los dirigidos por Christian Horner.
Desde que está en la escudería austriaca, Checo ha sumado al menos 10 puntos por carrera en el Gran Premio de España, y aunque para esta edición deberá pagar una penalización de tres puestos en la largada, todo indica que será el lugar en el que regresará a los planos principales de la categoría reina.
El Gran Circo ya se instaló en Barcelona. De ahí, volará la siguiente semana a Austria (casa de los Toros Rojos), para luego seguir su recorrido, en el que el programa marca las visitas a Gran Bretaña, Hungría, Bélgica, Países Bajos e Italia. Momento de despertar para Pérez.