El Gran Premio de Japón pintaba para ser un buen escenario de una carrera para Red Bull, pero al menos con Checo Pérez no pudo ser y es que el piloto mexicano tuvo que abandonar en la vuelta 15 tras una serie de situaciones que no le favorecieron en lo absoluto.
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En la largada tuvo roces que le llevaron a tener que cambiar la trompa de su monoplaza; a la salida de pits no respetó las posiciones por haber Safety Car en ese momento y le sancionaron con cinco segundos.
Así compitió algunas vueltas más, con goma dura, cuando en el giro 13 no logró frenar y chocó al Haas del danés Kevin Magnussen; el RB19 se dañó.
Pérez volvió a ir a pits, pero a su salida no encontró al 100 el bólido y desde los boxes la señal fue "retirar el auto"; todo esto en la vuelta 15.
Así, el de Guadalajara suma un domingo para el olvido en esta temporada y ahora deberá observar la carrera desde una silla, mientras Max Verstappen lidera y domina Suzuka.