Caótico, esa es la palabra para describir los primeros segundos del .

En la vuelta de formación Charles Leclerc perdió el control de su Ferrari y se estrelló con uno de los muros, lo que provocó que desde ahí abandonara la competencia que aún estaba por comenzar.

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El reporte del piloto monegasco es que fue un tema hidráulico lo que le llevó a perder su monoplaza.

Pero cuando parecía que las cosas no podían ir peor, en la largada más abandonos se dieron.

El Haas de Kevin Magnussen se impactó con el Williams de Alexander Albon y esto hizo que los dos quedaran fuera; los daños en el auto azul fueron más graves y es que hasta un neumático salió volando.

Tras todo esto apareció el Safety Car y después de dos giros la dirección de carrera indicó Bandera Roja, lo que detuvo el GP de Brasil.

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