Desde que la Copa de Europa cambió a la Liga de Campeones, desde que la máxima competición continental se disputa bajo un formato con fase de grupos, el Feyenoord jamás ha ido más allá de la primera ronda, sin alcanzar —desde 1974— los octavos de final, los cuales tiene a la vista hoy ante la Lazio, bajo el impacto del goleador mexicano Santiago Giménez.
Sus 15 anotaciones en 13 partidos, por más que ahora acumule dos sin batir la portería contraria, son un argumento sólido para el conjunto neerlandés, que desafía a su historia reciente en el torneo más deslumbrante de clubes.
Aún más significan los dos tantos anotados por el Bebote a la Lazio en Rotterdam (3-1), en la anterior jornada y en su única aparición hasta ahora en la Liga de Campeones. Una invitación a su equipo hacia la clasificación, cuya realidad calibrará hoy en su visita al estadio Olímpico de Roma. Una victoria lo lanza casi definitivamente a octavos de final.
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Líder de su grupo en la actualidad, con seis puntos —uno por encima del Atlético de Madrid (al que aún debe recibir en Rotterdam)— y dos por delante de la Lazio, es consciente de que un triunfo hoy lo multiplica como aspirante a acceder a las eliminatorias, porque alcanzaría las nueve unidades, cinco de ventaja sobre el equipo romano, a falta de seis por jugarse, con la diferencia en sus enfrentamientos particulares a favor... Casi clasificado.
Presente al menos en los octavos de final —incluso fue campeón de Europa en 1970— en seis de sus ocho participaciones en este torneo hasta 1974, del 5 de noviembre de ese año data su último encuentro en esta competición, con una derrota contra el Barcelona (0-3), con tres goles de Charly Rexach, que lo alejó de esa ronda para los siguientes 49 años.
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