Monterrey.— Esta semana los reflectores del deporte blanco están centrados en Monterrey, Nuevo León, en la cuna del tenis femenil en México para la decimosexta edición del Abierto GNP Seguros, en la primera vez que se juega como categoría 500 de la WTA después de años de constante crecimiento.
En las instalaciones de un Club Sonoma moderno y renovado, con ocho canchas de tenis que son rodeadas por árboles, montañas y el imponente Cerro de la Silla, Hernán Garza, director general del torneo, habló en exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes sobre el potencial de este Abierto.
"Estoy muy satisfecho de haber logrado este torneo 500 para Monterrey, no sé si nos lo merecíamos pero creo que la WTA evaluó muy bien estos 15 años y decidió otorgarnos esta categoría. Es un nivel mucho más grande, más competitivo, con una bolsa de casi un millón de dólares y es gracias al público,
toda la gente que trabaja en la organización y creo que todo eso ha venido a sumar todos esos méritos que se han hecho" compartió Garza.
El director del torneo, que recibe casi el mismo reconocimiento al caminar que las jugadoras, señaló qué hace diferente a su torneo del Abierto Mexicano de Tenis en Acapulco y el Abierto de Guadalajara, orgulloso de ser pioneros en impulsar el deporte femenil en el país.
"Primeramente la historia que llevamos nos diferencia de los demás. A base de lucha y esfuerzo, nuestro torneo ha contribuido al resurgimiento del deporte femenil en nuestro país, no solo en nuestro estado sino a nivel nacional. Siempre le he apostado y le aspotaré al tenis femenil porque veo potencial muy fuerte a corto plazo. Hay muchas tenistas, muchas jovencitas y en Monterrey estamos preparando jugadoras que en dos, tres años estarán en el profesionalismo" agregó.
A futuro, el objetivo principal del torneo es "tener en esta cancha (el estadio GNP Seguros) más jugadoras regias o mexicanas".