En los casi tres meses que tuvo de preparación Saúl Canelo Álvarez trabajó para buscar un nocaut sobre el kazajo Gennady Golovkin y así despejar las dudas que pesan sobre su calidad.

Canelo arribó ayer de manera oficial a a Las Vegas y, ante 400 personas que aguardaron por él, señaló que buscará derribar a su oponente, a la espera del momento adecuado.

“Me preparé para noquear, voy a salir a eso, en cualquier momento de la pelea puede pasar”, sostuvo Saúl Álvarez.

El peleador jalisciense descartó que para el combate del sábado su atención esté centrada en destronar a Golovkin de sus cinturones de peso medio, ya que lo que en realidad desea es ganar.

“Lo que quiero es la victoria. Siempre me preparo para ganar y el sábado lo que me interesa es salir con la mano en alto”, añadió.

Álvarez no es favorito en las apuestas, por segunda ocasión en su carrera. Sin embargo, el tapatío, espera dejar sangre y dolor en el ring para triunfar.

“He tenido muchas peleas así. He estado en grandes eventos, pero esta es una de las más grandes de mi carrera. Me siento contento de darle a la gente la pelea que quería ver. Quiero mostrarle al público muchas cosas: que me preparé para noquear como nunca lo he hecho y estoy listo”, apuntó.

Golovkin, por su parte, fue mucho más mesurado. Abucheado por la afición, de clara mayoría mexicana o que apoyaba a Álvarez, el kazajo, que el sábado defenderá su título de campeón del mundo en peso mediano, dijo que se sentía “fantástico”.

“Esta es una pelea muy importante, no sólo para mí, sino para el boxeo, es la pelea más grande de nuestro deporte, me siento fantástico de estar ahí”, manifestó el boxeador de 35 años.

Golovkin mantiene el invicto en 37 peleas, 33 de ellas por nocaut, y es el actual campeón del mundo en peso mediano. Redacción

Google News

Noticias según tus intereses

TEMAS RELACIONADOS