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Media hora tardó el Barcelona en encarrilar el derbi contra un combativo Espanyol, que tampoco pudo frenar al equipo de Hansi Flick (3-1), que tras golear al Bayern Múnich y al Real Madrid alargó su romance liguero liderado esta vez por Dani Olmo, autor de dos goles, y la magia de Lamine Yamal.
Tras una brillante primer parte, el líder de LaLiga se relajó en la segunda, lo que dio aire al equipo blanquiazul, al que le anularon dos goles por fuera de juego. Pese a terminar el partido con buenas sensaciones, el Espanyol, en su regreso al Estadio Olímpico Lluís Companys aunque esta vez como visitante, amplió su mala racha en LaLiga.
Los periquitos, que no ganan al Barça como visitantes desde la temporada 2008-09, coquetean con el descenso tras sumar 3 puntos de los últimos 21.
Dos cambios introdujo Flick con respecto al clásico. Fort suplió a Kounde en el lateral derecho, mientras que Olmo entró por Fermín. No lo notó el equipo azulgrana, lanzado ante un Espanyol mermado por las bajas. Álvaro Aguado, Carlos Romero y el jugador del filial Rafael Bauza fueron las novedades de Manolo González.
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El Espanyol hizo lo que buenamente pudo en el primer tiempo. Porque el Barça de Flick no contemporiza, ahoga el rival con su presión y pasa por encima de las defensas rivales sin piedad. Poco pudo hacer el portero Joan García, uno de los puntales del equipo periquito, ante la máquina perfecta de Flick.
Si hace ocho días anotó cuatro goles en el segundo tiempo para golear al Real Madrid (0-4), este domingo tuvo suficiente con tres tantos en la primera media hora para sentenciar el duelo.
Esta vez Olmo y Lamine Yamal, que antes del pitido inicial ofreció a la afición el premio Kopa a mejor futbolista joven, completaron una actuación sobresaliente en los primeros 45 minutos.
Ambos jugadores fueron los protagonistas de la primera diana. El extremo de Mataró se inventó una asistencia con el exterior de la zurda -un clásico de su repertorio- y el todocampista de Tarrasa, situado en el interior del área, remató de primeras para batir a Joan García (1-0, min.8).
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Pese al primer mazazo, el Espanyol no le perdió la cara al encuentro y, a la contra, aprovechándose de la defensa avanzada de su rival, avisó con un pellizco de Puado con un disparo que no encontró portería por poco.
El Barça, sin apretar a fondo el acelerador, no tardó en anotar el segundo. Marc Casadó repitió el pase profundo con el que Lewandowski marcó el primer tanto en el Bernabéu, pero esta vez el receptor fue Raphinha. Tampoco falló el brasileño, que llegó al balón antes de que lo hiciera Joan García, al que superó por arriba con un suave toque (2-0, min.24). Undécimo gol del delantero de Porto Alegre, que en quince partidos oficiales ya supera los diez tantos que anotó la temporada pasada en 37.
El Espanyol amenazó al Barça con una llegada vertical de Omar que remató a la red Jofre Carreras. Pero el VAR lo anuló por fuera de juego del centrador.
Despertaron los de Flick tras este susto. Cuatro minutos tardó Dani Olmo en transformar el tercero. Recogió un balón a la frontal y fusiló al portero blanquiazul con un zapatazo con la diestra (3-0, min.31).
Todo eran malas noticias para el Espanyol, que antes del descanso lamentó la lesión muscular del central Marash Kumbulla, que fue sustituido por el exazulgrana Sergi Gómez.
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En la reanudación, el Barça, con la mente ya en los próximos dos desplazamientos, desconectó del partido y el Espanyol, con una jugada rematada por Aguado, lo aprovechó para volver a marcar en fuera de juego. Cayó otra vez el Espanyol en la trampa del Barça, que vio cómo otro gol de su rival no subía al marcador, también por fuera de juego, por decimotercera vez esta temporada.
Avisaban los de Manolo, que tuvieron premio a su insistencia en el minuto 63 (3-1) con una transición rápida que remató Puado a centro de Carlos Romero.
El Barça fue incapaz de reconectarse al partido y el Espanyol estaba más cerca del segundo ante un rival desordenado en defensa e impreciso con el balón. Pero el equipo de Manolo González, algo cansado en los últimos minutos, fue incapaz de aprovechar dos llegadas claras de Cheddira y Jofre para añadir algo de emoción al partido.