Era la Semifinal del Clausura 2016, Monterrey y América sostenían un vibrante partido en el Estadio BBVA cuando la polémica arbitral se hizo presente.
El árbitro central, Roberto García Orozco, marcó una polémica mano de Miguel Samudio dentro del área de las Águilas. Penal que Edwin Cardona hizo válido y le devolvió la ventaja a los de Monterrey; locura en el estadio y una furia impresionante de todo el cuadro azulcrema.
Previo al cobro, el lateral paraguayo no podría creer lo que había sucedido. Incrédulo con la mano que le habían marcado, señaló que el balón le había golpeado el hombro, se puso de rodillas en el arco de Hugo González e imploró al cielo que hubiera "justicia divina".
El silbante lo amonestó y Samudio hizo una seña que sigue en el recuerdo de Rayados y Águilas. "Hay un Dios", decía el exjugador de las Águilas que parece, dejó una maldición en el Gigante de Acero.
A ese suceso lo llaman la "Maldición de Miguel Samudio" y parece que ha cobrado factura. Desde entonces, ya van dos Finales de Liga MX que pierde el Monterrey como locales; hoy buscan hacer la diferencia y acabar con esa maldición.
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Las Águilas del América y los Rayados de Monterrey definen esta noche al campeón del futbol mexicano, en el Estadio BBVA.