El reciente encuentro entre los Buffaloes de Colorado y los Red Raiders de Texas Tech dejó una postal muy curiosa, donde los aficionados del equipo texano aventaron tortillas al campo de juego.

Situación que, si bien no es nueva, llamó la atención del entrenador de los Buffaloes, . Después de la victoria (41-27) que los oriundos de Colorado se llevaron, Sanders —quien en el pasado marcó historia por ser el único atleta que llegó a un Super Bowl de la NFL y a una Serie Mundial de la MLB— habló del extraño suceso que se vivió en el juego de futbol americano.

"Nos aventaron de todo, menos a mi mamá", bromeó Sanders.

Sin embargo, la situación no terminó ahí. Los fanáticos presentes en el Jones AT&T Stadium de la Universidad de Texas Tech también lanzaron botellas de agua y demás objetos que bien pudieron lastimar a los jugadores.

"Ahí fue cuando se encendieron las alarmas y los oficiales dijeron ‘las tortillas son una cosa, pero las botellas de agua son otra‘. Y la situación se puso un poquito loca", explicó el entrenador de los Buffaloes.

Por su parte, Joey McGuire —el coach de los Red Raiders de Texas Tech pidió un "alto" a las agresiones. Así como Sanders, coincidió en que una cosa es que los aficionados avienten tortillas y otra que el equipo termine llevándose sanciones por los actos que se dan en las gradas.

"Me trajeron un vape. Y también una botella de agua. Y también una botella de cerveza. Está bien que avienten tortillas, pero en verdad, fue un golpe de buena suerte que no nos sancionaran con quince yardas", sentenció McGuire.

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La curiosa tradición remonta a fines de los ochentas. Y si bien no hay una historia definitiva, sí hay varias teorías.

Una de ellas es que, cuando en la Universidad de Texas Tech prohibieron lanzar tapas de refresco al campo, los estudiantes optaron por aventar tortillas. Un objeto, en apariencia, inofensivo.

Otra teoría sugiere que la tradición surgió a raíz de la rivalidad que el equipo mantiene con los Texas A&M Aggies. Se dice que un narrador de ESPN aseguró que en ciudad de Lubbock —donde está ubicada la Universidad de Texas Tech— no hay nada más que "futbol americano y fábricas de tortillas", dando paso a esta costumbre.

Y aunque la Universidad ha intentado darle fin a la tradición, especialemente por las sanciones que podría llevarse el equipo y porque el campo de juego termina muy sucio, los estudiantes se las han ingeniado para mantenerla con vida.

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