En la ceremonia de inducción al Salón de la Fama del Rock & Roll 2024, celebrada en Cleveland, Zendaya se encargó de presentar a la icónica Cher con un vestido dorado, quien se convirtió en un nuevo miembro del Salón.
La joven actriz de Dune rindió homenaje a la leyenda musical, al presentarse en el escenario vestida como una verdadera "doble" de Cher.
Zendaya lució un deslumbrante vestido vintage de Bob Mackie, de la colección "Foreign Intrigue" de otoño de 2001, un diseño que evoca el espíritu audaz y glamoroso de los años 70. El vestido, con un corpiño abierto y tirantes cruzados sobre el abdomen, tiene un parecido sorprendente con un diseño icónico que Cher usó en 1972, también creado por Mackie.
El diseño presenta una intrincada disposición de tiras delgadas que se cruzan sobre el torso, creando un patrón geométrico que deja al descubierto la piel de la actriz, sin perder la elegancia característica de sus estilismos.
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Las tiras doradas se entrelazan en el pecho, dejando dos recortes laterales que añaden un toque sensual al look, y caen de manera fluida hacia una falda de corte alto, que alarga la figura y se abre en una audaz abertura lateral, mostrando una pierna con total sofisticación.
La audacia y el brillo del atuendo de Zendaya recordaron la famosa era del glamour en el que Mackie destacó con piezas innovadoras, repletas de detalles deslumbrantes y arriesgados.
El detalle del look no terminó ahí. Zendaya complementó su vestido con una gabardina blanca de satén de seda, con un dramático cuello y puños bordados en oro, cuentas iridiscentes y piedras de diamante. Este lujoso accesorio capturó a la perfección la esencia de la extravagancia que siempre ha caracterizado a Cher en sus presentaciones.
Para complementar el look, Zendaya optó por unos tacones de punta dorados que elevaban aún más su figura y mantenían la estética monocromática de su estilismo. Los zapatos, sencillos pero elegantes, permitieron que el vestido fuera el verdadero protagonista de la noche.
Para completar el tributo visual, la actriz llevó el cabello largo, liso y con raya en el medio, un peinado que recuerda la icónica melena oscura que Cher solía lucir en los años 70. Fue un momento que celebró no solo la música, también la poderosa estética que ha acompañado la carrera de la superestrella.
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