Cuidar la piel no es una actividad exclusiva de mujeres. Con el paso del tiempo, los daños en esta capa se hacen más visibles, sobre todo en quienes no toman medidas de protección contra los rayos solares, la deshidratación y los signos de irritación, causantes de los problemas estéticos que más preocupan a los hombres .
Según especialistas de la marca Eucerin, la piel masculina tiene características diferentes debido a la hormona testosterona, tales como un mayor grosor (alrededor del 20% más que la femenina), un contenido superior de colágeno, así como más glándulas sebáceas, por lo que la producción de sebo se incrementa.
Aun cuando la epidermis del hombre muestra una mayor resistencia, una vez que los signos de envejecimiento aparecen, los cambios suceden de manera más rápida. Por ello, no hay que esperar a que sea demasiado tarde para comenzar a darle los cuidados básicos , ya que la mayoría de estos problemas no son reversibles.
Nacidos para brillar
La piel masculina tiene una mayor secreción de sebo por lo que, en la mayoría de los hombres , tiende hacia un aspecto graso, lo que da pie a la aparición de puntos negros, granos y, en una etapa avanzada, acné. Este exceso de sebo se presenta, principalmente, sobre las áreas centrales del rostro: frente y nariz.
Entre los factores que propician la sobreproducción de sebo se encuentran cambios hormonales; un consumo excesivo de ácidos grasos, carbohidratos procesados y azúcares; los climas cálidos y húmedos; y algunos productos de belleza que pueden obstruir los poros. Para contrarrestar el efecto graso, hay que limpiar la piel por la mañana y la noche sin utilizar fórmulas irritantes, así como aplicar una crema matificante libre de aceites.
“Tener acné después de los 30 años no es una condición normal. Por ello, se debe acudir con un especialista para valorar alguna situación particular, como resistencia a la insulina o aumento de cortisol, o bien, someterse a una revisión de hormonas”, dice Yuvisela Méndez Aguilar, directora de la clínica SKINteligencia Dermatológica.
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Detrás de la línea
Si bien las arrugas aparecen más tarde en la piel masculina , una vez que se presentan se observan notablemente marcadas. “Los cambios relacionados con la pérdida de colágeno se manifiestan después de los 30 años. Entre los más evidentes están disminución de la firmeza, líneas de expresión tenues y algunas manchas.
“Otro signo común son las arrugas, que se dividen en dos tipos: dinámicas y estáticas. Las primeras aparecen al inicio y se forman por hacer expresiones como levantar las cejas, fruncir el ceño o sonreír; mientras que las segundas, un grado más profundo, se marcan sin hacer movimientos a partir de los 35 a 40 años”, señala la doctora, quien colabora en el Centro Dermatológico “Dr. Ladislao de la Pascua”.
El detonante principal de las arrugas es el sol hasta en un 90%. Cuando se trata de surcos dinámicos, la toxina botulínica ofrece buenos resultados para su reversión. En general, las fórmulas con retinol, vitamina C y ácido hialurónico son recomendadas por especialistas para combatir los signos de envejecimiento en la epidermis.
Varones sensibles
Algunas condiciones de la piel son tan comunes que muchos hombres se acostumbran a vivir con ellas. Tal es el caso de la irritación. El afeitado diario elimina la capa superior de las células cutáneas, por lo que este órgano se vuelve más sensible a factores externos. De hecho, hasta un 40% de estos problemas se asocian con el rasurado, según datos de la compañía Eucerin.
Entre los signos más frecuentes de irritación se encuentran ardor, enrojecimiento, tirantez, picazón y erupciones. La primera recomendación para evitar estas consecuencias es utilizar cuchillas de afeitar bien afiladas y lubricadas, además de aplicar después un bálsamo reparador.
Si los síntomas se presentan en otras zonas o todo el rostro , hay que lavar con productos de alta tolerancia y fórmulas cremosas que no contengan jabón, perfumes ni conservadores. Las cremas hidratantes con pantenol, semilla de uva, centella asiática, aloe vera y té verde ayudan a reducir la irritación.
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¡No te manches!
Otra consecuencia de la exposición solar intensa y sin protección son las manchas, pequeñas zonas con un tono diferente al resto de la piel . Por lo general, se observan más oscuras, aunque también pueden ser claras. “Son un mecanismo natural de defensa ante los rayos del sol. Aun cuando no son reversibles, son controlables”, indica la dermatóloga.
El primer paso para tratarlas consiste en aplicar protector solar de manera diaria. Aun cuando su aparición tiene lugar a partir de los 40 años, son mucho más visibles después de los 50. Es por ello que también se consideran un signo de envejecimiento , ya que no van a presentarse inmediatamente después del bronceado.
“La hidroquinona es el despigmentante más utilizado en productos dermatológicos, mientras que en tratamientos de consultorio, la luz pulsada, led y verde ayudan a revertir con éxito las manchas”, menciona la especialista. Toma en cuenta que si la imperfección no mejora y, por el contrario, aumenta de tamaño, cambia de color o empieza a arder, debes acudir al especialista.
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Ojo con las bolsas
Los abultamientos debajo de los ojos son una preocupación estética también para los hombres , debido a que se acentúan con el paso del tiempo. “Estas imperfecciones tienen varios componentes. El linfático, por ejemplo, produce que se retenga agua en esta zona. De igual manera, tenemos unas bolsas de grasa más profundas que forman parte natural de los párpados, pero cuando comienzan a salirse se vuelven más marcadas.
“Si se trata únicamente de líquido, éstas pueden mejorar con cremas especiales que ayuden a drenarlo; caso contrario a cuando la grasa brota y el único método para eliminarlas es llevar a cabo una cirugía llamada blefaroplastia”, explica la doctora Yuvisela Méndez Aguilar.
Entre los métodos caseros para reducir su apariencia están colocar compresas frías debajo de los ojos y dormir con la cabeza ligeramente elevada. Médicos recomiendan también evitar el cigarro, limitar el consumo de sal, no ingerir líquidos antes de ir a la cama y dormir de siete a nueve horas diarias.
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“El cuidado de la piel no es una cuestión de género. Empieza por seguir una rutina básica que se adapte a tus necesidades y presupuesto. Aun si decides no utilizar cremas, por nada del mundo dejes de aplicar protector solar todos los días”, aconseja Yuvisela Méndez Aguilar, directora de la clínica SKINteligencia Dermatológica.
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