Un clóset es como una bóveda donde guardamos nuestros grandes tesoros y secretos. Dentro de él se encuentra la personalidad , el estilo, los gustos y pasatiempos de una persona que aunque parezca difícil de creer se pueden definir por sus gustos y modo al vestir.
Los sentimientos y recuerdos se complementan en gran parte por la ropa. Seguramente tienes en tu armario esa blusa que te recuerda a una persona especial, el par de jeans que hacen una figura perfecta, los zapatos que nos encantan pero son tan poco prácticos que nunca los usamos, el suéter que nos hace sentir más cómodos cuando estamos enfermos y muchas cosas más.
Si bien todo esto de los recuerdos forma parte de nuestra vida e historia, hay veces que el aferrarnos tanto sentimentalmente a las prendas termina convirtiéndonos casi en acumuladores o curadores de un museo de antigüedades.
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Hay que recordar que muchas de estas piezas que yacen en el fondo de nuestro clóset probablemente no se volverán a usar y lo único que representan a la larga es un cúmulo de emociones, energía y espacio desperdiciado.
Por eso en esta nota te damos unos consejos muy útiles para que aproveches este tiempo de cuarentena y le dediques a tu clóset un buen tiempo de limpieza.
El primer paso y el primordial para que esta limpieza sea un éxito es que debes ser valiente, no te limites ni veas hacia atrás a la hora de decidir el destino de alguna de tus prendas. Puede que sea difícil sentir que te deshaces de todos esos recuerdos pero considera que para recibir tienes que soltar: deja ir lo viejo para que algo nuevo y maravilloso llegue a tu vida.
Hay que ser objetivos, lo primero que se va es lo que ya no te queda. Para darle flujo a tu clóset y aprovechar toda tu ropa hay que conservar lo que mejor nos hace ver y sentir.