Usar joyas de plata nunca pasa de moda ni deja de ser un gran regalo, pues son accesorios elegantes, cómodos y asequibles. Además, las bisutería de plata suele ser el complemento perfecto para muchos de nuestros looks. Sin embargo, aunque la plata es un metal resistente, requiere cuidados para permanecer (casi) intacta, a pesar de los años.
Algunas de las causas más comunes de que la plata pierda su brillo y se oscurezca son el propio pH de la piel, el sudor, las cremas hidratantes o solares, los jabones y detergentes, el cloro de las albercas o el agua de mar, pero no te preocupes, todos estos inconvenientes tienen una solución fácil.
Este truco es muy efectivo, y es ideal para la limpieza y mantenimiento del brillo. Se debe poner agua a calentar, la suficiente para que las joyas puedan quedar cubiertas. Cuando el agua esté hirviendo, se deben echar dos cucharadas de bicarbonato, poco a poco, e ir removiendo para que se disuelva bien.
Mientras esperamos a que hierva el agua, hay que forrar un recipiente con papel de aluminio y colocar dentro las joyas. Cuando el agua esté caliente, se vierte sobre la bisutería hasta que queden cubiertas, y sobre ellas se deben colocar unas virutas de papel de aluminio.
Después de 3 o 4 minutos, sacar con una cuchara para no quemarse, enjuagar y secar bien. Si las manchas persisten, se puede repetir la operación e incluso añadir a la mezcla un poco de sal.
¡Un clásico de clásicos! Coloca un 1/4 de taza de vinagre blanco en un recipiente. Despacio, añade el bicarbonato hasta que se disuelva. Coloca tus joyas de plata en el recipiente y espera a que la fórmula actúe. Cuando lo haga, enjuaga, seca cuidadosamente y pule el objeto de plata con un paño limpio.
Para sacar brillo a las pequeñas joyas de plata, puedes recurrir al clásico truco y utilizar cloruro de sodio (sal común) para abrillantar las joyas. En un recipiente, vierte una taza de agua caliente y añade una cucharada de sal. Acto seguido, sumerge las joyas de plata y déjalas en la mezcla toda la noche. Al día siguiente, extrae las joyas, sécalas con una toalla o con un paño de algodón limpio.
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Este es uno de los trucos caseros más populares. Gracias a los componentes de la pasta, esta actúa como un limpiador que quita las manchas y el oscurecimiento de las joyas. Lo único que tienes que hacer es aplicarla sobre tus piezas de plata. Frota suavemente con un cepillo de dientes limpio y de cerdas suaves. Después, enjuaga y seca.
Más vale prevenir. Y lo cierto es que para conservar el brillo de las joyas es preferible guardarlas en su cajita original o en bolsita de tela. De este modo conseguiremos evitar que los metales sean expuestos al aire y la humedad, lo que ayuda a conservarlas en buen estado y mantener su brillo natural.
Si las usamos muy esporádicamente, con limpiarlas una o dos veces al año es suficiente, mientras que si las joyas son de uso diario, como los pendientes, los collares o los anillos, lo ideal sería hacerlo cada 15 días.
Ahora que ya conoces estos métodos para limpiar tus joyas de plata, ¿ya sabes cuál vas a probar primero?
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