Las redes sociales influyen en distintos aspectos de la vida cotidiana, incluida la moda. Algunas plataformas como Instagram o TikTok han transformado la manera de ver, entender y consumir las propuestas de diseño, y no solamente de sellos dirigidos a grandes públicos, sino también de firmas de lujo que, a pesar de la sobreexposición, conservan su estatus de exclusividad.
No estar presentes en estos escaparates digitales, hoy en día, pareciera aislar a los diseñadores y marcas de moda de lo que sucede en la industria, no solo en cuanto a las tendencias que se encuentran en boga, sino también de los modelos actuales de venta, los cuales permiten a los usuarios comprar de manera directa desde la aplicación.
“A raíz de la pandemia se aceleró el proceso de conectar a través de las redes sociales y de vender en línea. Si bien desde hace algunos años el mundo digital ya era relevante, ahora es como si también formáramos parte de un canal de noticias, debido a que tenemos que generar contenido de manera constante”, considera la reconocida diseñadora de moda mexicana Montserrat Messeguer.
El gran alcance de las redes sociales
Estas plataformas ayudan a derribar las barreras del tiempo y la distancia. “Gracias a la digitalización, vivimos un nuevo tipo de propagación de la moda. Lo que antes sucedía a través de los medios impresos, cuya naturaleza implicaba un tiempo fijo de producción y distribución para llegar al público, hoy se puede observar en vivo en cualquier lugar del mundo. En este sentido, la moda se difunde con mayor rapidez y puede entenderse de manera más clara”, señala el diseñador Guillermo León.
En la actualidad, basta dar unos cuantos clics para tener acceso en tiempo real a los desfiles de reconocidas casas de moda, ya sea que ocurran en París, Milán o Tokio. De esta forma, no solo se pueden conocer las propuestas de los diseñadores al momento, sino también adentrarse a lo que se vive detrás de bambalinas o previo al show.
“Otro elemento positivo de la digitalización y del auge de las redes sociales es poder observar las colecciones de diseñadores que no se encuentran en los circuitos comerciales más importantes de la moda. Diversos creadores de marcas emergentes consiguen darse a conocer de manera más rápida y sencilla”, indica Guillermo León.
Esta llamada democratización de la moda permite a los seguidores encontrar inspiración más allá de las fuentes tradicionales, como son las revistas o los desfiles que forman parte de las Semanas de la Moda alrededor del mundo. Desde cualquier dispositivo electrónico, es posible navegar fácilmente en diferentes plataformas y cuentas.
Influencia en la moda y sus tendencias
Las redes sociales amplifican las tendencias de moda en cuanto a alcance y acceso. De este modo, es posible conocer con mayor velocidad los conceptos en boga en otras partes del mundo, por ejemplo, en Nueva York o Londres; o bien, enterarse del estilo que marca alguna celebridad o influencer, como Beyoncé, Harry Styles o Kim Kardashian.
Estas plataformas también sirven como una fuente de inspiración, de la cual los seguidores de la moda pueden obtener referencias en cuanto a influencias de color, estampados o siluetas. Tanto los hashtags como los algoritmos hacen que la experiencia de hallar contenido afín a nuestros intereses (streetwear o alta costura) sea sencilla.
“La digitalización permite recrear diferentes tendencias con nuestros propios medios. Hoy en día, se pueden consultar distintas cuentas de estilismo en redes sociales y ejecutar varios looks con las piezas que cada uno posee en el guardarropa. El acceso a este contenido ha propiciado, además, desarrollar un criterio de moda a partir de las redes sociales”, menciona el también investigador Guillermo León.
Aplicaciones como TikTok logran dar un empuje significativo a las microtendencias, como fue el caso de la estética ‘coquette’, que se volvió viral a principios de este año, o del Barbiecore, que arrasó con las tendencias a finales de 2022 y buena parte del año pasado. En marzo, el estilo ‘rich girl’, basado en el concepto ‘old money’, alcanzó más de 6 mil 900 millones de vistas en esta red social.
Aquí y ahora
La presencia en estas plataformas no solo exige a los diseñadores y marcas de moda responder de manera rápida a la demanda de productos, sino también contar con varios canales para interactuar y adquirir las prendas o accesorios observados en un video o fotografía subida a sus cuentas.
“Sí existe una necesidad por parte de la audiencia de tener diseños nuevos. De ahí que como diseñadores nos enfrentamos a un doble desafío: llevar a cabo pequeños lanzamientos de líneas especiales o presentar productos diferentes cada determinado tiempo, lo que nos obliga a mantener una buena producción y calidad.
“Hoy en día se está migrando a una omnicanalidad. Los clientes ven las propuestas en línea y a partir de ello quieren visitar la tienda física; o compran en la plataforma digital pero recogen los productos en tienda; o bien, acuden a la tienda y prefieren finalizar la compra en línea”, comparte Messeguer.
Las redes sociales son herramientas poderosas para acercar a las marcas y diseñadores con un público más amplio, así como para dar mayor difusión a las tendencias (en tiempo récord) y servir como una ventana para la autoexpresión. Su gran alcance e impacto da lugar a un panorama de la moda mucho más diverso e inclusivo.
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