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Desde que el brote de coronavirus azotó al mundo nos hemos dado cuenta que la higiene es un tema de suma importancia para la vida diaria. El arma más efectiva en contra de este virus es la sencilla acción de lavarse muy bien las manos además, claro, de permanecer en casa.
Después de este periodo de contingencia debemos pensar constantemente que nuestra higiene siempre hará la diferencia, sobre todo con los productos que utilizamos en nuestro cuerpo como el suero para nuestra rutina de skincare o utensilios de belleza para maquillarnos .
Y justamente la procedencia de los productos y servicios de belleza que se ofrecen en múltiples puntos de venta puede resultar en consecuencias extremas para nuestro cuerpo. Esto te lo contamos debido a que, a través de redes sociales, una usuaria originaria de Reino Unido compartió su preocupante historia después de una aplicación de pestañas postizas.
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Megan Rickson, originaria de Luton, Inglaterra, compartió un video en su cuenta de Twitter donde relata lo que sucedió cuando decidió ir a un establecimiento de belleza para colocarse extensiones de pestañas, un procedimiento que podría parecer muy común y de riesgos mínimos.
Sin embargo, el problema empezó cuando, durante el procedimiento de aplicación, sus párpados comenzaron a doler y ella veía puntos blancos. A pesar de que informó de inmediato a la encargada del lugar, ella según Megan, no prestó atención argumentando que era un síntoma normal, pero en definitiva no lo era.
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Después de la aplicación, Megan reposó un rato esperando que todo pasara pero no fue así, al momento de intentar abrir los ojos sus párpados se encontraban pegados completamente y solo sentia ardor y un lagrimeo intenso.
Al regresar al salón de belleza para reclamar, la encargada admitió haber utilizado pegamento para uñas en vez de pegamento de pestañas sin motivo aparente.
Esta acción, que pudo ser un descuido o completamente intencional, no resultó en problemas irreversibles para Megan, sin embargo sí puso su visión en riesgo. Luego de un rato, Megan declaró en el video que los síntomas desaparecieron y que recuperó la vista, aunque sus ojos quedaron adoloridos y sensibles.
Esta historia nos deja una increíble moraleja, cada vez que vayamos a un establecimiento para hacernos algún procedimiento de belleza, es muy importante asegurarnos de que las personas y los materiales que se ofrecen son los adecuados para brindar un buen resultado. Asimismo, acudir de inmediato con un profesional de la salud en dado caso que se presenten síntomas no usuales de estos métodos de belleza .
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