Todo comenzó hace más de 70 años, cuando el tifus, la fiebre de las trincheras y la plaga eran un grave problema de salud pública en el mundo . Como solución, los científicos notaron que al exponer estas bacterias o virus al calor, estas inmediatamente morían.
Para la Primera Guerra Mundial el efecto del planchado se había estudiado rigurosamente, demostrando que planchar la ropa era el mejor medio de evitar los piojos que transmitían tan terribles enfermedades y se adoptó ese hábito no para lucir bien sino para no enfermarse.
Hoy en día, muchos de los que planchan la ropa desconocen esta razón, lo hacen por un tema de estética pues estas enfermedades se erradicaron hace mucho tiempo, los materiales que se usan para la fabricación de la indumentaria ya no son hechas de algodón puro, lo que hace que un parásito o insecto no sea tentado a hacer vida en los textiles. Si a esto le sumas el sol y los detergentes, puedes estar segura de que estás protegida del tifus, por ejemplo.
Ahora, ¿cómo es que seguimos planchando nuestra ropa en pleno siglo XXI? Y quizá esta pregunta parezca la más obvia de todas ya que muchas personas siguen creyendo que el planchado da estatus social, presentación y un buen look; cuando en realidad lo más impactante no es tu outfit, sino la huella de carbono que se deja por cada hora de planchado .
Cifras para analizar
Probablemente el consumo de una plancha oscila entre los 1000W y los 3000W por hora, convirtiéndola en uno de los electrodomésticos que más energía consume, esto quiere decir que estás impactando al mismo tiempo dos rubros importantes para ti como ser humano. Sí, el planeta y tu bolsillo. ¿Qué tal viene el recibo de luz?
No planchar en una casa sería equivalente a plantar siete árboles y generar oxígeno para una persona durante siete horas. Una locura, ¿cierto? Te estás quitando la delicia de respirar por cada arruguita mínima que te ahorras.
El mito
Anteriormente hablamos de que las altas temperaturas de la plancha matan bacterias, ácaros y demás microorganismos nocivos para la salud. Sin embargo y considerando el detergente, ya hemos mencionado que esto puede hacerlo con mayor impacto el sol, por lo que colgar tu ropa al sol siempre es una solución sustentable.
Consejos sustentables
La excepción a la regla aplica en outfits , matemáticas y la ortografía, pero en cuestión de hábitos y aseo para con tu ropa, planchar siempre genera un gasto de tiempo, pues vivimos sumergidos en una rutina súper acelerada, además crea un gasto innecesario en nuestras billeteras. ¿Por qué no te atreves a seguir estos consejos? Toma en cuenta que al reducir la cantidad de horas de planchado, estás disminuyendo el impacto de los gases que producen siete vehículos.
- Colgar tu ropa , estirarla después de sacarla de la lavadora y exponerla al sol hará que un número considerable de arrugas desaparezcan. Crea esta rutina de cuidado con tus prendas y no te arrepentirás, los resultados son inmediatos, como dirían en cualquier infomercial.
- Disminuye las horas en la secadora, el sol es tu mejor aliado, ¡anímate!
- Usa el vapor de tu baño para alisar tu ropa. Quizá te parezca una locura pero este método es muy conocido y permite aprovechar el vapor que se genera del agua con la que te bañas para quitar las arruguitas. Solo tendrás que colgar la prenda en el baño, muy cerca de la regadera asegurándote de que no se moje y listo.
- Ser consciente con el planeta es algo que debemos ir aprendiendo en el camino, en educarse todos los días para dar buenos resultados desde nuestra trinchera y ya que nos encanta la industria del fashion, pongamos de moda lucir fabulosos sin que esto se pelee con el medioambiente.
Recuerda que, en un mundo consumista el rebelde es quien se reinventa .
Leer también: Zapatos sustentables para que tu huella sea responsable