Cuando salimos de viaje buscamos la mejor manera de aprovechar el sol, la playa y la arena para lucir una piel de impacto. Algunas mujeres recurren al bronceado natural y otras a los exfoliantes.
Exfoliar la cara, las piernas y los brazos es común durante la temporada vacacional, puesto que nos permite remover las células muertas y suavizar la capa externa de la dermis.
Sin embargo, esta práctica se debe realizar sólo en determinados momentos y con productos especiales. Y es que abusar de los exfoliantes luego de tomar el sol puede traernos graves consecuencias.
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En el mercado encontramos exfoliantes químicos, enzimáticos y físicos, estos últimos tienen una presentación de gel con pequeñas partículas o granos de azúcar para eliminar las impurezas de la piel.
Un artículo de la marca Neutrogena explica que la exfoliación tiene su origen dentro de las culturas egipcias, donde se creía que era la clave para lucir un rostro sano.
En aquella época, las mujeres recurrían a la arena y a una mezcla de aceites naturales para deshacerse de las células muertas en la epidermis. Gracias a la ciencia, ahora sabemos que éstas se renuevan cada 24 horas.
Dicho proceso puede ralentizarse por varios factores, ocasionando que nuestra piel pierda su apariencia radiante y que luzca áspera. Por lo que la exfoliación se convierte en una excelente herramienta para devolverle el brillo natural.
La recomendación de los especialistas es exfoliar la piel de las extremidades al menos cinco días antes de ir a la playa, mientras que en el rostro se sugiere un marco de 10 días.
Hay algunas partes del cuerpo que son más delicadas que otras, siendo el cutis una de ellas. Durante este proceso, la piel puede tornarse roja e inflamada, así que no te recomendamos realizarlo el mismo día que tengas una ocasión especial.
Tras la exposición solar, la sal del mar y el contacto con la arena, nuestra piel se encuentra más sensible de lo normal. Esta es la razón por la que no se recomienda exfoliar después de ir a la playa.
Si de por sí el proceso suele ser un poco abrasivo, puesto que utilizamos la fricción para remover células muertas, cuando nos excedemos existe el riesgo de lesionar la epidermis.
Algo que debemos de tomar en cuenta es que el contorno de los ojos y los labios jamás se deben exfoliar, ya que los tejidos son extremadamente frágiles.
Además, abusar de estos productos incrementa el riesgo de dañar la barrera de protección natural de la piel, haciéndola susceptible a la irritación, inflamación y dolor.
Es mejor exfoliar una semana después de la exposición solar, así permites que la dermis descanse y se reponga naturalmente antes de someterla a cualquier procedimiento con fines estéticos.
Y no olvides aplicar hidratante y protector solar al terminar. También tienes la opción de utilizar cremas y geles elaborados con aloe vera para disminuir la irritación que desarrollamos post playa.
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