Al compás de los primeros acordes de la canción Dazzle del grupo de punk Siouxsie and the Banshees, Paloma Lira se estrenó en el Mercedes-Benz Fashion Week México City con su primer propuesta en solitario como diseñadora.
Rindiendo homenaje a la música y estilo de finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, la creativa, quien formó parte del Colectivo de Diseño Mexicano , se inspiró en los groupies de aquella época.
La pasarela inició con una propuesta que incluyó trajes de la era del Disco, con el uso de lentejuelas en jumpsuits, coordinados para hombre y mujer de piel. Asimismo, el estilo Western también estuvo presente, con pantalones acampanados en mezclilla a juego con botas vaqueras.
Para la transición a los años ochenta, se decantó por algunas transparencias sutiles, escotes en forma de barco y siluetas oversized, que marcaron la década.
El color se hizo presente en esta última parte de la entrega, pues mostró llamativas chamarras con elásticos en puños y cintura de aires deportivos, talles altos en pantalones, calentadores, medias combinadas con sandalias, prendas confeccionadas en su totalidad en materiales plastificados y acentos en tonos neón.