Un aura de misterio albergó el hotel Four Seasons de la Ciudad de México. El minimalismo refinado que tanto caracteriza a la marca Julia y Renata , se hacía presente con prendas holgadas , tonos sólidos y vuelos elegantes. El estilo arquitectónico combinada con un aire sabor a arte hicieron que la audiencia ya no se sintiera en un desfile de moda , sino en una instalación artística donde la ropa era lo más importante.
Hablar de Julia y Renata como marca es hablar de sutileza, de historia, de decodificación, de moda. Veinticinco años han pasado desde que la marca se fundó, pavimentando así el camino para los nuevos diseñadores mexicanos y fomentando el concepto para la creación de una moda nueva y joven.
En esta colección , las diseñadoras se basaron en el trabajo manual y el oficio de la costura bajo el concepto de un elemento en común; el pliegue. A través de la experimentación con el espacio plegado, el resultado recae en un juego de proporciones, volúmenes y asimetrías.
Las formas y siluetas presentadas en la pasarela fueron una traducción moderna de dos prendas antiguas femeninas: el “Enredo”, que forma parte de la vestimenta indígena mexicana , y el “Hakama” perteneciente a la indumentaria tradicional japonesa. Una vez más las diseñadoras tapatías nos regalan un desfile emocionante, resultado de una investigación cultural y con un propósito claramente educativo.