Ya pasaron dos semanas y seguimos hablando de la Gala en el MET . La inspiración de este año, además de polémica y transgresora, dio mucho de qué hablar y las opiniones encontradas siguen sobre los atuendos exagerados (o no) de
los asistentes. El tema fue CAMP , la estética ‘ kitsch ’ de carácter afeminado que estira la liga hacia lo ostentoso, surreal y alegórico.
A mí me surgieron varios cuestionamientos en torno al evento y a los comentarios que he leído en distintas plataformas digitales. ¿En pleno siglo XXI no estamos listos para las contraculturas? ¿Será que estamos demasiado ‘ self aware’ y no hay lugar para reírnos de nosotros mismos? ¿Seguimos clavados en un único estereotipo de belleza y todo lo que sale del molde es considerado como feo y de mal gusto? Al verlo a través de una pantalla, ¿celebramos las diferencias sustanciales que tenemos como sociedad, pero al enfrentarlas en la cotidianidad las rechazamos?
Desde Katy Perry vestida de candelabro y hamburguesa hasta la mayoría de las top models poco preocupadas por seguir el ‘dress code’, la MET Gala vaya que puso el dedo en la llaga a muchos. Uno de mis favoritos fue Ezra Miller. Desarrollar su atuendo fue un paseo por las nubes. Él lleva lo CAMP en la sangre y es una de las puntas de lanza de las nuevas generaciones que hablan de cómo la ropa y el maquillaje no deben tener género, y Miller —literalmente— vive fuera del binomio común de que solo existe lo femenino o lo masculino. Un estilo fluido que nos demuestra lo divertido y excitante que puede ser la vida si nos dejamos de prejuicios y reglas de identidad. Caemos enamorados ante su audacia y seguridad.
En teoría, en esta columna hablaría de mis looks favoritos. Sin embargo, prefiero conversar del discurso que se vivió en alfombra roja y cómo se polarizó en lo digital. El tema va más allá de la discusión entre lo ‘ queer ’, los gays y travestis, más allá de quién sí entendió el tema y quién, de plano , agarró la primera estola que encontró en su camino y juró que, con eso, ya estaba armada. Esta gala habla del momento político , social y emocional en el cual nos encontramos, de cómo las inseguridades prevalecen en una sociedad que pareciera abierta y receptiva .
Falta que seamos valientes para desarmar ideas preconcebidas y desafiarnos a nosotros mismos. El CAMP funciona como medio de comunicación que busca encontrar aristas en común: expresiones aleatorias sin estructura ni esquema porque su origen mismo es amorfo y mutante. La ropa , la moda y toda la industria están llenas de historias en donde el CAMP es el denominador en común, desde Luis XV hasta las colecciones más recientes de Gucci y Erdem.
Con cariño,
Gina