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‘Siempre he considerado el desfile de moda como un evento mágico, lleno de encanto’ Así comenzó Alessandro Michele su manifestación sobre la colección Otoño - invierno 2020 . Desde el principio se veía venir que esta presentación sería distinta: la invitación era un audio del mismo director creativo, quien de manera relajada e íntima nos invitaba a su presentación, algo que es totalmente inaudito y en mis diez años cubriendo pasarelas es la primera vez que recibo un approach de este tipo. Seguido de este audio recibí varios adelantos y ‘ sneak peeks ’ de lo que veríamos horas más tarde. Me cautivó la informalidad y cercanía que reflejaba dicha charla en WhatsApp como si estuviera compartiendo mis vivencias con un cercano amigo.
Al llegar a las oficinas de Gucci en Milán , la sorpresa era que al ingresar a dónde sería el desfile en realidad entrábamos a Backstage y no, no era una equivocación: Para esta temporada, Alessandro nos llevó a lo mas íntimo: las horas previas al desfile, el frenesí que se vive detrás de una presentación de esta magnitud y que, sin dudarlo, aún pocos tienen el privilegio de vivir. Ante una – comunidad de interpretes- como él nos llama, Michele nos desnudó su arte para dejarnos ver todo y, como siempre, nos invitó a cuestionarnos, cuál es el sentido de la moda sino un espacio vivo, un escenario para preguntarnos, controvertir, soñar, imaginar, relatar, dimensionar y discernir, en realidad el acertijo no le pertenece a nadie pero todos somos parte de él, de esta rica tertulia.
Todos los invitados vivimos el ritual junto a él, junto a su gente, su equipo, junto a los modelos , costureros , y todos los que formamos parte de la industria . La moda en su momento más democrático. Lo vimos todo: desde el maquillaje , hasta el vestir de los modelos en una pasarela giratoria con un metrónomo al centro marcando el compás.