Más Información
Salinas Pliego descarta entrevista con Yordi Rosado; propone "plática con café o tequila" en TV Azteca
Especialista en comunicación explica por qué está sobrevalorada la sinceridad; estas son las contradicciones
No ha pasado un mes entero y ya tenemos el primer caso en el que se asegura existe apropiación cultural de este año, pues Zimmermann la marca australiana experta en trajes de baño fue acusada de plagiar un diseño de las poblaciones mazatecas de Oaxaca.
Desgraciadamente este caso no es el primero del que la prensa y las redes sociales se han enterado, pues diseñadoras Isabel Marant o Pippa Holt se vueron envueltas en este tema durante el 2020 y si nos vamos más atrás veremos a la marca Carolina Herrera y nuevamente a la diseñadora Isabel Marant ser acusadas de recurrir a estas prácticas tan criticadas.
Leer también:
En esta ocasión, la marca australiana dirigida por por las hermanas Nicky y Simone Zimmermann desató una polémica sobre estas malas prácticas, gracias a que su colección Resort 2021 presentó un “ vestido estilo túnica con paneles de The Riders ”.
La prenda en cuestión emula al tradicional Hupil Mazateco que corresponde a la región de la Cañada de Oaxaca. Esta comunidad se encuentra ofendida y ha calificado como una falta de respeto dicha prenda, pues el “vestido” presentado por Zimmermann contiene alteraciones en su diseño dejando de lado todo el sentido tradicional de este traje de gala.
El sítio de Instagram Viernes tradicional, tiene información sobre esta milenaria prenda oaxaqueña y destaca su tejido en punto de cruz y todas las aplicaciones en listón que simboliza la naturaleza, los días de la semana, el embarazo y la diversidad de la fauna
Foto: Instagram @ViernesTradicional
¿Qué fue lo que pasó con dicha prenda?
La prenda que emula a un Hupil Mazateco fue exhibida como parte de su colección Resort para este año, además dicha pieza posee iconografía propia de estos pueblos. En su página oficial, Zimmermann propone que esta prenda puede ser usada con zapatos destalonados, un bikini y además se olvida del contexto ceremonial de estas prendas; ya que no se encuentra hecho de poliéster y algodón.
Foto: Captura de pantalla, sitio web de Zimmermann
La marca no señaló en su página el origen de esta prenda ni aclaró si es una colaboración con los artesanos de dicha comunidad.
Esta pieza fue puesta en venta con un precio de 850 dólares y eso es el equivalente a 16 mil 800 pesos mexicanos.
La respuesta de las redes sociales
Aunque Zimmerman siguió con esta prenda como parte de su colección, los usuarios de redes sociales y la misma comunidad de Oaxaca alzaron la voz con indignación, ya que no es la primera que una marca de alta costura lucra con el trabajo artesanal sin dar una retribución económica o una disculpa a las comunidades afectadas.
El asunto con el Hupil Mazateco escaló y logró llegar a oídos del Instituto Oaxaqueño de las Artesanías, organismo que reprobó categóricamente estas acciones y mediante un tuit que venía acompañado con su postura sobre este caso, se pidió a la marca australiana el reconocimiento al trabajo artesanal.
La respuesta de Zimmerman y otros casos similares
La marca se dio el tiempo de contestar a los reclamos en redes sociales y desde su cuenta de Instagram lanzó un comunicado donde señala y reconoce que el vestido tipo túnica con paneles de su colección se inspiró en este Hupil Mazateco .
También pidió disculpas por el uso sin el crédito apropiado a los propietarios culturales de esta forma de vestir y por la ofensa que causó.
La marca australiana precisó el “error no fue intencionado” y retiró del mercado el vestido, además de asegurar de que no volverá a suceder una situación similar.
Aunque estos casos son vergonzosos en el mundo de la moda, no es la primera vez que suceden y tristemente se siguen dando incluso dentro de nuestras fronteras, pues recientemente se le acusó a la artista plástica Melania Chavarría de plagiar un mural hecho por el artísta urbano Vloque Negro para poder promocionar un perfume de la firma japonesa Kenzo.
El artista jamás fue notificado sobre el uso de su mural y aunque no existió un acercamiento de la artista o de la marca en cuestión, este caso, de ser confirmado, se suma al uso de diseños y creaciones para poder lucrar sin dar el crédito a sus colaboradores.