Tener una rutina de cuidado facial es importante para mantener la salud y la belleza de la piel, y dentro de ésta hay un paso al que hay que darle especial importancia: la limpieza. La razón, según expertos, es que un cutis libre de impurezas y residuos de maquillaje facilita la penetración de los productos de tratamiento, además de evitar la obstrucción de los poros y la aparición de granitos.
En la búsqueda de alternativas que resulten efectivas y a la vez gentiles con nuestro órgano más extenso, el carbón activado ha ganado cada vez más popularidad, para convertirse en protagonista de productos como mascarillas, geles exfoliantes y limpiadores faciales, a través de los cuales se busca absorber toxinas y controlar el exceso de grasa en el rostro.
Todo lo que necesitas saber del carbón activado
Este componente de color negro, que ya hemos visto en los últimos años en cremas dentales, shampoos y otros productos de cuidado personal, es un derivado de fuentes vegetales como el bambú o la cáscara de coco, entre otros ingredientes naturales.
Este derivado es sometido a carbonización a altas temperaturas, seguido de un proceso de activación que implica el tratamiento con vapor de agua u otros agentes oxidantes, como dióxido de carbono o ácido fosfórico, a través del cual adquiere una estructura porosa y una notable capacidad de absorción de toxinas y partículas producidas por el sudor, la contaminación, entre otros factores externos.
Su acción de “imán” ante las impurezas, hace al carbón activado ideal para pieles propensas a imperfecciones y con tendencia a poros obstruidos, pues brinda una limpieza bastante profunda.
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Cómo usar los productos con carbón activado
Aunque es muy efectivo, los especialistas siempre aconsejan utilizar los productos con carbón activado de forma moderada, de una a dos veces por semana, y siguiendo siempre las indicaciones del fabricante, pues su uso excesivo podría resecar la piel y derivar en otras complicaciones cutáneas.
Por otro lado, tras su aplicación es necesario enjuagar completamente la cara para evitar residuos y complementar con una adecuada hidratación posterior para mantener el equilibrio de la piel. Si estás utilizando algún tratamiento dermatológico específico o si tienes alguna condición, es recomendable consultar a un dermatólogo para determinar la forma y la frecuencia de uso más adecuada para ti.
Otro aspecto positivo del carbón activado es que gracias a su origen vegetal es una opción respetuosa con el medio ambiente, algo relevante si buscas cuidar tu rostro sin comprometer el entorno.
¿Estás lista para aprovechar su poder purificador en tu rutina de belleza?
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