La piel
es la carta de presentación para el mundo, por esa razón hay que cuidarla de daños solares, contaminación, cicatrices; estas son algunas de las causas por las que podemos tener los poros abiertos.
El tamaño del poro puede ser afectado por cambios en la glándula folicular , como lo mencionamos antes, contaminación o mal higiene que permite que la suciedad y las células muertas se acumulen. Es por ello que una buena exfoliación es fundamental para la limpieza de la piel, así evitamos obstruir los poros y que aparezca acné o puntos negros.
Existen diferentes remedios naturales que te pueden ayudar a modificar el aspecto de los poros y tu piel en general. Aquí te daremos algunos tips para que cuides tu piel.
Bicarbonato de sodio
: Tiene propiedades anti bacterianas y antiinflamatorias. Para esto debes mezclar dos cucharadas de bicarbonato en dos cucharadas de agua hasta generar una pasta. Ésta la aplicas con pequeños masajes en la zona de los poros abiertos. Déjala reposar durante 10 minutos y enjuaga con agua fría.
(Foto: Pixabay)
Baño de vapor
: Ayudará a tu piel a abrir poros, eliminar residuos, impurezas y grasa. Coloca una olla con agua a hervir y cuando entre en ebullición apaga el fuego. Acerca a tu rostro el agua, con mucha precaución para que solamente sientas el vapor, tapando la cabeza con una toalla. Después enjuaga con agua tibia y seca cuidadosamente.
(Foto: Pixabay)
Limpia cada mañana tu rostro
: Cuando te levantes, lo primero que debes hacer es lavar tu cara con agua tibia y aplicar un limpiador facial casero. Hazlo mezclando media taza de agua, ¼ de leche, dos cucharadas de bicarbonato de sodio y una clara de huevo. Así limpiarás tus poros de forma profunda. Frota con suavidad y enjuaga con agua tibia.
Cubos de hielo
: Del congelador toma unos cubos de hielo. Pásalos directamente sobre la cara, máximo 30 segundos para que no te quemes, así obtendrán un efecto tensor inmediato, ideal para después de bañarse.
(Foto: Pixabay)
Mascarilla de avena
: Coloca una taza de avena en la licuadora, muele hasta que quede polvo. Vierte esa media taza en agua tibia y revuelve bien hasta que se forme una pasta. Aplica en el rostro y deja hasta que se seque por completo.
(Foto: Pixabay)