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Ante la situación que atraviesa el país por el brote del COVID-19 , una de las primeras recomendaciones es no salir de casa, lo que nos limita las visitas a nuestros salones de belleza preferidos para realizarnos los tratamientos y servicios que necesitamos.
Que esto no sea un impedimento para seguir guapa, porque sin salir de casa puedes hacer cinco sencillas rutinas que mantendrán hermosas tus *uñas, cutis y pelo. Y no te preocupes por los ingredientes o herramientas que necesitas, porque todo lo tienes al alcance de tu mano.
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Mascarilla facial
Sabemos que las mascarillas que ofrecen las firmas de belleza están enriquecidas con activos que las hacen más efectivas, pero la base de muchas de ellas son los ingredientes naturales, los cuales seguramente tienes en tu alacena, por lo que no es necesario salir a comprarlos.
En función de lo que tu cutis necesite, puedes preparar tu propia mascarilla. Por ejemplo, si lo que quieres es hidratación, necesitas avena, leche, yogur o pepinos, que le devolverán la lozanía a tu piel. Una de las mascarillas más sencillas que conocemos solo incluye pepino. Licua una pieza y aplícala sobre el rostro limpio. Tan sencillo como eso. Recuerda reservar dos rodajas para ponerlas sobre los ojos para desinflamar.
En cambio, si tienes pile seca, mezcla un plátano, avena y un poco de miel. Deja actuar 15 minutos y enjuaga.
Aunque estemos haciendo home office, nuestras manos merecen estar bonitas. Cuando termines de trabajar, busca una lima y el esmalte de tu color favorito.
Antes que nada, límpialas con quita esmalte. Después, en un recipiente, agrega un poco de agua tibia y sumerge tus manos unos minutos. Si no tienes palitos de naranjo, con la misma lima puedes empujar, con cuidado, las cutículas hacia atrás.
Enseguida, límalas y aplica el esmalte. Si no tienes un producto para acelerar el secado, tómate el tiempo para que se sequen solas. Eso es todo.
Como seguramente tendrás más tiempo, aprovecha para combinar tonos o tratar de hacer una flor o un dibujo sencillo. En caso de que no tengas bastones o punteros, usa palillos de dientes para trazos finos. O, bien, colócales un poco de algodón en la punta, para trazos más gruesos.
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Pedicura
Así como las manos, es momento de mimar nuestros pies. Solo requieres una tinita o recipiente para poder sumergirlos en agua tibia, un cepillito para tallarlos (en caso de que no tengas, aprovecha para cambiar tu cepillo de dientes y usa el que vas a desechar), separadores de dedos (si no tienes, coloca algodones entre ellos), quitaesmalte (si tienes tus uñas pintadas), corta uñas (todas tenemos uno en casa) y una lima.
Aprovecha que estás en casa y dedícales más tiempo a tus pies. Sumérgelos en agua tibia. Si tienes por ahí algún aceite corporal con un aroma suave, agrégalo al agua. Relájate y dales un suave masaje con el cepillo. Así, los exfoliarás y eliminarás las células muertes. Saca los pies del agua antes de que se enfríe.
Sécalos muy bien y comienza la pedicura. Corta y lima las uñas, evitando cortarte. Puedes dejar las uñas al natural o dibujarles una coqueta flor.
Tratamiento para el pelo
Aunque no te vea nadie más que tu familia, no permitas que tu pelo pierda brillo y belleza. En estos momentos tienes la oportunidad de aplicarte un tratamiento que le agregue suavidad y que lo nutra e hidrate a profundidad.
Si tienes una mascarilla de alguna firma de cuidado capilar, aplícala. Pero si no, puedes prepararla con ingredientes que tienes en tu alacena o refrigerador. La mayonesa es uno de los más famosos, pero debes usar muy poca y solo aplicarla en las puntas. Deja actuar una media hora. Enjuaga muy bien para evitar que tu pelo quede grasoso.
Para otra mascarilla muy efectiva solo necesitas una taza de agua, dos yemas de huevo y dos cucharadas de aceite de oliva (el huevo le aportará fuerza y el aceite de oliva, brillo). Mézclalas bien hasta que los ingredientes se hayan incorporados por completo. Aplica en puntas. Deja actuar y enjuaga.
Corta un flequillo
Si no tienes la oportunidad de ir al salón, no intentes tú misma cortarte el pelo, solo busca las puntas que estén quebradas y maltratadas y córtalas. Lo que sí puedes hacer es agregarle un flequillo a tu estilo. Necesitas unas tijeras muy bien afiladas porque, de lo contrario, solo maltratarás tu pelo.
Primero, sin cortar, checa qué largo te conviene. Para hacer la prueba, es mejor que sea debajo de la nariz. Así, si te equivocas, tendrás manera de repararlo.
Moja tu pelo. Considera que cuando se seque se encogerá un poco. Lo más fácil, es cortarlo en línea recta. Puedes ayudarte con un peine, de preferencia que sea de dientes delgados, para que el cabello se mantenga lo más junto posible. Corta tratando de irte derecha.
Estilízalo con secadora o pinza y, si te gustó el resultado, puedes tratar de cortarlo un poco más. Si no te gusto, el tiempo que estaremos en casa será suficiente para que crezca un poco y, cuando puedas, vayas al salón para que lo arreglen.
