Es increíble lo que un pequeño virus puede causar por todo un planeta. No es necesario recalcar que todos estamos viviendo una situación verdaderamente crítica, la crisis y medidas para contener la propagación de este virus ha transformado la vida de miles de personas de una manera u otra pero, al final, la esperanza es lo único que muere.
Frente a esta emergencia sanitaria, las medidas anticontagio han sido certeras y definitivas; el permanecer confinados en casa ha tornado a ciudades enteras en verdaderos pueblos fantasma, tiendas de toda índole se mantienen cerradas en aras de proteger a su personal y a su clientela.
Si bien cualquier sector del mercado se ha visto afectado, la industria de la moda ha quedado muy trastocada frente a esta crisis, y la consecuencias parecen ser casi irreversibles.
Leer también: Burberry es afectada por epidemia mundial.
Tal es el caso de la firma norteamericana J. Crew con sede en Nueva York que a pesar de mantener varias de sus tiendas cerradas continúa en marcha a través de su tienda online. Sin embargo, estos esfuerzos han sido casi en vano pues sin más remedio se ha declarado en bancarrota y se acoge bajo la ley de bancarrota de Estados Unidos para así reorganizar su negocio y poder mantenerse a flote.
“Tu amor por J. Crew es por lo que hacemos lo que hacemos. Has estado con nosotros en altas y bajas” “Gracias por ser parte de la familia J. Crew, el futuro es brillante. XO” Han escrito algunos de los usuarios en el comunicado oficial que la firma presentó en sus redes sociales.
Hay que recordar que la situación económica de esta firma previa al Coronavirus no era precisamente la más óptima, sin embargo como a varias firmas, las circunstancias actuales han terminado con lo que quedaba de sus imperios de moda.
La ex primera dama Michelle Obama era una de sus clientes asiduas y varias veces lució sus diseños durante sus apariciones públicas.
Las esperanzas están puestas es el apoyo del gobierno y en su comercio en línea que ha mantenido un buen nivel de ventas. Sin duda nos enfrentamos a una nueva realidad en la que es difícil no pensar que nos depara y de qué manera podemos apoyarnos unos a los otros para que ningún comercio o negocio cierre sus puertas.
Leer también: Adele no se rapo pero nos invita a cambiar de look