Con el paso de los años, la piel pierde su elasticidad y firmeza, y comienza la aparición de signos de la edad como arrugas, líneas de expresión y manchas. En la actualidad, enfoques como el well-aging (envejecer bien) nos invitan a abrazar nuestra edad con confianza, pero cuidando nuestra piel con constancia para mantener una apariencia no solo bonita sino también saludable.
En el vasto sector del skincare, encontramos los dispositivos de microcorrientes faciales para contribuir con el cuidado y la belleza de nuestra piel. En el mercado encontrarás varias marcas que ofrecen estos masajeadores que se pueden usar en casa. Se trata de una tecnología no invasiva que emplea corrientes eléctricas de baja intensidad para estimular los músculos faciales y activar la microcirculación.
Este proceso, que es como un ejercicio para los músculos, ayuda a tonificar la piel, mejorar la firmeza, y reducir arrugas y líneas de expresión. Aporta luminosidad y rejuvenece.
Este paso a paso te puede dar una idea de cómo se utilizan. Sin embargo, es muy importante que revises el manual de instrucciones de la marca del dispositivo de microcorrientes que elijas para conocer detalles técnicos, medidas de seguridad (no dejes de leer esto) y recomendaciones de uso para hacer los masajes.
Comienza con tu rutina de limpieza en rostro y cuello. Asegúrate de eliminar restos de maquillaje por completo, emplea un limpiador facial para tu tipo de piel y enjuaga con agua tibia. Seca con una toalla suave, dando ligeros toquecitos.
Por lo general, las marcas de estos dispositivos faciales ofrecen un gel conductor para facilitar la transmisión de microcorrientes hacia los músculos, además, estos productos contienen ingredientes que hidratan y cuidan la piel. Aplica el gel o sérum conductor en todo el rostro, aunque algunas firmas recomiendan que se aplique por zona a tratar.
Enciende esta herramienta de “fitness facial” y selecciona la intensidad deseada. Estos dispositivos pueden presentar diferentes niveles de microcorrientes según la marca. Es aconsejable comenzar con el nivel de menor intensidad, posteriormente, puedes ir aumentando de nivel con el uso. No debería causarte incomodidad.
Presiona suavemente sobre las zonas que deseas tratar: línea de la mandíbula, surco nasogeniano (línea entre la base de la nariz y la comisura de los labios), pómulos, frente, entrecejo y cuello. Haz masajes con movimientos ascendentes, desde el centro hacia las sienes y línea del cabello. Realiza la misma cantidad de repeticiones del masaje en cada lado (pueden ser cerca de 5 repeticiones).
Cada sesión completa puede tomar de 3 a 5 minutos. Una vez al día durante cinco días, es lo recomendado. Después de dos meses, puedes reducir la frecuencia a tres veces por semana, aproximadamente.
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