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Durante la primavera se nos antoja llevar ropa fresca y cómoda y una de las grandes apuestas para esta temporda serán los pantalones culottes , los cuales volverá a tomar protagonismo en tu outfit, porque son muy fáciles de combinar y muy relajados.
El culotte tiene su origen en la primera década del siglo XX. A principio de 1910, se generalizó el rechazo de la falda, porque se sentía más como una imposición que un elemento de moda . Al mismo tiempo, las mujeres se volvían más activas, interviniendo cada vez más en la vida pública y social.
En 1991, el diseñador francés Paul Poiret introdujo el diseño de pantalones jupe-culotte o harem, que fueron inspirados en las mujeres orientales. Obtuvieron gran aceptación porque permitían mayor movilidad, sin una pérdida total de las líneas de las faldas.
Foto: Istockphoto
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En 1931, la italiana Elsa Schiaparelli le dio el empujón definitivo a la pieza al presentarse en un acto público usando un pantalón culotte o "falda dividida", como también se le llamaba. Así, se convirtió en una de las prendas más populares entre las europeas.
Con el tiempo, ha ido y venido del guardarropa femenino, pero nunca ha desaparecido por completo, porque es una de las prendas más versátiles que existen,: si se combinan con botines y suéteres, son perfectos para el otoño e invierno. En cambio, con otro tipo de piezas y calzados, son una de las prendas básicas de la primavera y el verano . Como enseguida lo vas a comprobar.
Básicamente, podríamos definir al culotte como un pantalón ancho, de tiro alto y cortado a una altura entre la rodilla y el tobillo.
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Aunque no lo creas, le va bien a todo tipo de cuerpo, siempre y cuando se usen los complementos adecuados. Por ejemplo, si eres alta, puedes llevarlo con flats, sandalias o alpargatas. Si eres bajita, combínalos con tacones o sneakers de plataforma, para ganar un poco de altura.
te mostramos algunas ideas para que puedas llevar culottes durante esta primavera . Si no tienes, no te preocupes, ponte creativa y toma algún pantalón de pata de elefante que ya no uses y córtalo.
Tonos neutros
Si te gusta ir a la segura, apuesta por los colores neutros, como se muestra en la imagen: culotte beige y blusa gris, combinado con mocasines en los mismos tonos. Mantén tu look sencillo, sin estampados ni accesorios estridentes. Recuerda: menos es más.
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Aquí otro ejemplo: en tonos negro y verde olivo. Como accesorios, cinturón miel y sandalias a juego.
O, si lo prefieres, la clásica combinación de negro y gris. Aquí el detalle está en la blusa con tirantes y los zapatos tipo loafer.
Agrega color
Si, por el contrario, te gustan los looks coloridos, combina dos piezas en tonos diferentes y que, aparentemente no tengan nada en común. También puedes jugar con los estampados y texturas. El resultado te sorprenderá.
En esta imagen, por ejemplo, un colutte plisado color azul armoniza a la perfección con una blusa de estampado animal print. ¿Te atreves?
En cambio, este estilo también lleva color, pero solo en el culotte , con un estampado con detalles rojos y rosas. En la parte superior se lleva una sencilla camiseta blanca.
Los tonos pastel son perfectos para la primavera . Esta imagen lo demuestra con un culotte lila, a juego con un suérter ligero a rallas y sneakers negros con plataforma.
Tu lado sexy
Ahora, si lo tuyo no es la discreción, puede mostrar tu faceta más sensual, con culottes súper ceñidos a la cintura y cadera, rematados con una sexy crop top de escote tipo barco, que dejará al descubierto tus hombros.
Total black
No hay apuesta más segura que llevar dos piezas en negro. Para que no te veas muy solemne, alguna de las prendas puede llevar un pequeño estampado, como en este caso, que el culotte tiene lunares blancos. Los zapatos y el bolso deben ser en tonos diferentes, como en la imagen, que son de color miel.
