¿Alguna vez te ha pasado que un producto de favorito termina en pedazos tras una caída? Reparar el puede parecer complicado, pero existen métodos confiables que te permitirán recuperarlo y seguir utilizándolo.

Algunos trucos caseros, como el uso de alcohol isopropílico o aceites esenciales, pueden ayudarte a restaurar productos en polvo como sombras, rubores y bases compactas.

Trucos para recuperar polvos, sombras y blushes rotos

Para reparar maquillaje roto en polvo, como sombras o polvos faciales, uno de los métodos más efectivos es usar alcohol isopropílico al 70%. Este producto permite aglutinar los pedazos de polvo sin alterar su fórmula.

Foto: Freepik
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Comienza triturando los restos del producto hasta formar un polvo fino y luego añade unas gotas de alcohol. Usa una espátula para mezclar y dar forma al producto, y presiona ligeramente para compactarlo. Déjalo secar durante toda la noche y, al día siguiente, tendrás tu maquillaje prácticamente como nuevo.

Qué hacer si tu labial o corrector está roto

Si se trata de un labial en barra que ha terminado partido, un truco fácil es utilizar un encendedor o una fuente de calor controlada (con llama muy baja y con cuidado de no quemarte). Calienta ligeramente la base del labial y junta las partes, presionándolas suavemente.

Luego colócalo en el congelador unos minutos para que se solidifique y recupere su forma. Este método también es aplicable a correctores en barra, permitiéndote alargar la vida útil de estos productos sin necesidad de desecharlos.

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Ten en cuenta que el uso de ciertos productos caseros, como agua o aceites no recomendados, podría dañar las propiedades del maquillaje o provocar reacciones en la piel, por lo que recomiendan seguir los métodos probados para cada tipo de producto.

Además, es importante verificar la fecha de caducidad, ya que no es recomendable reparar cosméticos vencidos o que presenten cambios de color o aroma, ya que podrían afectar la salud de la piel.

Recuperar tu maquillaje roto no solo ayuda a evitar el desperdicio, sino que también es una práctica sostenible que te permite darle una segunda vida a tus productos de belleza preferidos.

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