La piel tiene muchas funciones y una de las principales es ser una barrera de protección del medio externo. Sin embargo, cuando la temperatura comienza a bajar, nuestra piel suele cambiar ya que se protege del frío. “Al momento que empieza a haber un cambio brusco de temperatura, nuestros vasos sanguíneos se hacen más reducidos para que no llegue tanta sangre a la piel y, cuando esto sucede, pierde la cantidad de oxígeno que habitualmente recibe.
“Una piel baja en oxígeno va a disminuir la cantidad de nutrientes que recibe, así como la producción de sebo que tiene de forma habitual que es su hidratación natural. Entonces, básicamente cuando hay esta vasoconstricción por el frío, este órgano empieza a desprotegerse como medio de conservación general”, explica en entrevista el doctor Emimael Flores Áviles, quien es especialista en medicina y cirugía estética.
En pocas palabras, la piel es una barrera de protección que se debilita con el cambio de temperatura y se vuelve más susceptible a los agentes externos como la contaminación y radiación solar. “Como efecto podremos ver una piel más grisácea, reseca, deshidratada e irritada, es decir más reactiva. Esta es la manera que tiene de protegerse, enrojeciéndose, irritándose y descamándose para tratar de llevar a cabo una reparación lo más rápido posible”, añade el también director médico de las clínicas Perfect Skin Dermatological Treatment.
Sobre si nuestro fenotipo o el tipo de piel que tenemos influye en la sensibilidad, el doctor Flores Áviles explica que el color de la piel únicamente influye en el sentido de que en las pieles claras puede ser más visible el daño que en una piel más oscura. En cuestión de los tipos de piel, “una piel sensible o una piel seca siempre va a ser mucho más propensa a tener irritación o reacción porque su manto hidrolipídico (barrera de protección) ya está dañado, aunque no esté haciendo frío”, comenta.
Cuidados de la piel para todos
Aunque las pieles delicadas necesitan de mayor protección, el cuidado contra el frío es algo que debemos de realizar todos para evitar lo más posible el daño que este cambio de temperatura genera. A continuación, te presentamos 7 acciones que debes de hacer y/o evitar durante esta época de frío.
1. Hidrata tu piel diariamente: busca cremas y productos que contengan lubricantes como ceramidas, partículas que imitan el “cemento” que une a la piel. Aplica la crema humectante en la mañana y, en caso de ser necesario, reaplícala tantas veces como sea necesario en el transcurso del día.
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2. Humecta tus manos después de cada lavado: dependiendo de tu ocupación o con la pandemia, es común lavarnos constantemente las manos o usar geles antibacteriales, sin embargo, en exceso, esto puede causar una dermatitis de contacto. Por ello es recomendable humectar tus manos después de cada lavada y utilizar una barrera de protección extra como guantes.
3. No utilices exfoliantes: el invierno no es una buena temporada para hacerse procedimientos como un peeling químico; y, en casa, tampoco se aconseja usar scrubs o abusar del zacate en la regadera ya que es una agresión a la piel y se debilita su barrera natural.
4. No te bañes con agua hirviendo: aunque se siente delicioso en esta época, el agua muy caliente deshidrata la piel. Tampoco se recomienda pasar mucho tiempo en la regadera y exceder 10 minutos. Para secarse, no te talles con la toalla, simplemente absorbe con ligeros golpecitos.
5. Cuida tus labios: aunque no son precisamente piel sino una mucosa compuesta de agua, también se ven afectados por la temperatura y se “parten”, por ello, es básico utilizar bálsamos hidratantes.
6. No dejes de usar protector solar: puede que los días se vean más grises, pero no quiere decir que la radiación solar no está presente. Entonces, tenemos que seguir utilizando protector solar. Recuerda que, en la ciudad, el factor de protección mínimo es de 30 y se debe de reaplicar cada dos o cuatro horas, dependiendo de tu ocupación.
7. No uses suavizante de telas: este producto puede generar irritación al estar en contacto directo con tu piel. De igual manera, procura elegir prendas de lana o algodón, ya que la licra o el poliéster pueden generar más fricción e irritación.
“Aprende a conocer tu piel e identificar los productos que necesita. De ahí, puedes ir haciendo ciertos ajustes. Más que cambiar tu rutina de skincare esta temporada, es adaptarla a las necesidades que va presentando”, aconseja el doctor Emimael Flores Áviles.
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