La apariencia es muy importante y una camisa arrugada puede crear la impresión incorrecta. Además, cualquier prende recién planchada siempre lucirá mejor.
La tela de las camisas es propensa a arrugarse. Para que tu ropa quede perfectamente planchada, es recomendable que lo hagas lo antes posible después de lavarlas. Salpicar un poco de agua en la prenda puede facilitarte el proceso. ¿No sabes cómo planchar una camisa? Aquí te explicamos.
Un paso importante será conseguir una mesa de planchar. Después, asegúrate de que tu camisa esté limpia antes de plancharla. Si hay manchas, plancharla podría hacer que se fijen las manchas, lo que haría que sean más difícil de eliminar. También es muy importante que consultes la etiqueta de cuidados, para no quemar la camisa o dejarle alguna marca. Cada material soporta diferentes niveles de calor.
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Comienza por las partes más rígidas. Empieza a planchar el cuello de la camisa, por el borde de la parte interior del cuello y ve planchando hacia el centro. Iniciar desde el medio puede causar que en la tela se formen pliegues visibles cerca de las puntas del cuello. Repite este paso por la parte exterior del cuello de la camisa.
Primero, plancha el interior de los puños para eliminar las arrugas principales, desde los bordes hacia el centro. Después, plancha la zona exterior con el mismo método: del borde al centro. Plancha suavemente alrededor de los botones para evitar maltratarlos.
Pasa la plancha por el interior y el exterior de la camisa en la parte superior de la espalda y los hombros. Engancha el hombro sobre el extremo puntiagudo de la tabla para que sea más fácil plancharlo. Repite el proceso con el otro hombro.
Alisa las mangas con las manos antes de poner la plancha sobre ellas. Esto te ayudará a prevenir arrugas no deseadas. Coloca la punta de la plancha en los puños y continúa planchando hasta los hombros. Dale la vuelta a la camisa para comprobar si el otro lado necesita un retoque. Para combatir las arrugas resistentes rocía un poco agua para humedecer la zona afectada. Así será más fácil combatir las arrugas.
Culmina con el resto de la camisa, extendiéndola por partes sobre la tabla de planchar. Cuelga la camisa abotonada para que el planchado se mantenga por más tiempo.
Si deseas una forma rápida y sencilla de planchar una camisa, puedes invertir en un vaporizador. Son más ligeros y más fáciles de maniobrar que otro tipo de planchas. Además, se pueden usar en ropa colgada, lo que te ahorra el paso de conseguir un burro o tabla de planchar.
Ahora que ya conoces esta guía para planchar una camisa, ¿estás listo para que tu ropa luzca impecable?
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