Limpiar tus brochas
es igual de importante que el cuidado de la piel para tener un cutis de porcelana, las herramientas que están en contacto directo con la piel juegan un papel imprescindible si quieres lucir un makeup perfecto y un rostro libre de imperfecciones.
La limpieza constante de las brochas que ocupas para perfeccionar tus cejas o la base de tu maquillaje es un proceso que algunas veces olvidamos, pero la mala higiene de estas puede traernos complicaciones si quieres mantener una piel sana y limpia, pues podrías llevar a tu rostro una cantidad inimaginable de bacterias que pueden afectar la apariencia de tu piel .
Llevar a cabo este proceso de limpieza puede prolongar la vida útil de estas herramientas, aseguró a Vogue Jamie Coombes, make up artist de Dior, además que empiezan a perder su aspecto suave y su flexibilidad cuando no lo hacemos, dejando de ser tan eficaces a la hora de buscar un acabado perfecto.
Foto: Pexels
A pesar de que no podamos apreciar a simple vista la suciedad de las brochas , eso no quiere decir que no estén sucias. Según varios expertos de belleza, las brochas que usamos para aplicar productos líquidos o en crema, como la base, por ejemplo, se deben limpiar una vez por semana cuando las empleas con frecuencia.
Ahora, las brochas que nos ayudan a aplicar maquillaje en polvo, incluyendo nuestra paleta de sombras, deberás lavarlas con menos frecuencia: una vez al mes.
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-Jabón o un champú con pH neutro, uno de niños podría funcionar.
-Agua tibia en un recipiente.
Una vez que tengas lo necesario, busca todas las brochas que sabes que necesitan una limpieza profunda, incluso las que tengan poco uso, más vale tener todas tus herramientas de belleza limpias.
Y empezaremos a mojar en agua caliente una por una, colocándolas de manera horizontal para no maltratarlas, agregamos un poco de jabón y empezaremos a frotar cada una de las brochas en la palma de la mano haciendo movimientos circulares.
Desecha el agua sucia y enjuaga con agua limpia. Puedes repetir el proceso hasta asegurarte de que el agua queda lo más transparente posible, entonces sabrás que tus brochas están limpias.
Para secar las brochas y eliminar el exceso de agua, colócalas sobre papel o una toalla limpia seca para absorber toda la humedad, procura no lastimar las cerdas en el proceso, pues recuerda que para que tus brochas te duren mucho es necesario limpiarlas, pero también darles el cuidado que necesitan.
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¿Cuándo fue la última vez que limpiaste tus brochas ? No te preocupes si fue hace mucho, comienza a hacerlo con más frecuencia a partir de ahora.
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