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Para nadie es un secreto que el aloe vera o sábila es una de las sustancias naturales más aclamadas por la industria de la belleza, pues ha salvado el pelo y la piel de muchas personas a lo largo y ancho del globo.
Desde nuestra trinchera hemos hablado miles de veces sobre su uso, las propiedades que tiene en la piel y la mejor manera de hacerle un espacio en tu rutina de belleza . Pero, aunque esta sustancia natural es bastante aclamada por todas las beauty addicts, debemos tener en cuenta que se debe limpiar antes de usarla.
Aunque hoy en día puedes encontrar esta sustancia ya lista en los aparadores, siempre es bueno aprender a limpiarla ya que nunca sabes cuándo te tocará hacerlo. Además de esta forma ayudas al medio ambiente aprovechando todas las propiedades naturales para lograr el golden dream más aclamado de las amantes de la belleza : una piel increíble e hidratada .
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¿Por qué debo usar aloe vera al cuidar mi piel y mi pelo?
Aunque este tema ya lo hemos abordado, nunca está de más recordar que Garnier señala que el uso de aloe vera en la piel le dará una hidratación superior para que esta regenere el tejido ha sufrido estragos por fiestas o rutinas diarias cargadas de trabajo.
De la misma forma, el aloe vera es de los ingredientes que marcas como Savilé y Head & Shoulders tienen en sus productos contra el frizz, protectores de calor y tratamientos para peinar, pues tu pelo puede obtener un brillo natural sin dejar de lado el crecimiento sano de tu melena.
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Con estos datos, es momento de pasar a la limpieza del aloe vera , pues aunque esta sustancia es amada en la industria de la belleza, si no la limpias correctamente puede causar infecciones en tu piel que deberán ser tratadas con un dermatólogo.
Usa una buena penca
Si tienes una sábila en casa, lo recomendable es regarla cinco días antes de cortarla lo más cerca del tallo posible. No olvides que debes elegir las más maduras y largas, situadas a las orillas, para darle oportunidad a las nuevas de crecer.
Extrae correctamente la pulpa
Corta una penca de aloe vera y con un buen cuchillo corta en dos o tres partes, así será más fácil manipularla. Con cuidado, troza toda la piel, comenzando por las espinas. Deberás quedarte con la “carnita” transparente, ligeramente verdosa que tiene el aloe vera.
Dile adiós a la aloína
La aloína es un compuesto amargo y ligeramente tóxico que puede provocar trastornos digestivos, por ello, es fundamental dejar los trozos de pulpa de aloe vera en una rejilla o en un recipiente inclinado para que saquen esta sustancia.
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Enjuaga y refrigera
Después de unos 10 minutos que se escurrió la aloína, lo recomendable es enjuagar con abundante agua fría y dejar la pulpa reposando en un tazón con más agua y meterlos al refrigerador durante un día. Enjuaga nuevamente para que deseches la aloína por completo.
Separa y congela
La pulpa del aloe vera limpia estará lista para su consumo, pero si es demasiada y no la quieres aplicar en ese momento puedes separarla según la vayas requiriendo en bolsas herméticas y meterlas al congelador.
Al meter el sobrante de aloe vera en el congelador, podrás aprovechar todos sus beneficios y usarla en el momento que te sea útil sin tener que preocuparte de su caducidad.
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