La ropa interior femenina necesita un trato especial a la hora de lavarse, ya que se encuentra todo el tiempo en contacto directo con la piel y el área íntima, así que cuando se ensucia es vital que su lavado sea distinto al de la demás ropa, para que, cuando se vuelva a usar, las prendas estén libres de agentes contaminantes que podrían provocar una infección.
Ya sea que laves a mano o a máquina, los productos y la forma en que lavas tu ropa interior deben ser especiales porque además de evitar infecciones, el uso continuo y el constante lavado terminarán por desgastar muy rápido tus prendas.
En De Última te decimos cuál es la mejor forma de lavar la ropa interior para evitar infecciones y así tus prendas luzcan como nuevas evitando que se desgasten rápidamente.
Cuando laves tu ropa lo más recomendable es separar tu ropa interior del resto, ya que las bacterias que podría albergar la ropa exterior se pueden mezclar en las fibras de la lencería.
Una vez que tengas las prendas separadas, vas a volver a separar entre colores claros y oscuros para no dañar los colores.
El jabón para lavar la ropa íntima debe ser neutro, sin perfumes ni colorantes para evitar irritaciones o alergias, opta por los jabones en barra.
Por el tejido delicado de la lencería te recomendamos lavar estas prendas a mano con agua fría. Comienza por mojarlas y ve tallando una por una con la barra de jabón. El secreto para no desgastar las fibras de la lencería es no frotar en la superficie en la que se lava, sino frotar con la misma tela y tallar suavemente, empezando del centro hacia afuera.
En el tallado asegúrate de extender la espuma por toda la tela mientras sigues frotando, deja reposar un momento la ropa con el jabón mientras tallas el resto. Para enjuagar, utiliza abundante agua mientras sigues frotando la prenda hasta que veas que ya no sale espuma o agua jabonosa del tejido.
Para una máxima desinfección, en un balde con agua fría añade un chorro de vinagre blanco, coloca dentro toda la ropa enjuagada y deja reposar durante 5 minutos, después de este tiempo retira cada prenda y vuelve pasar por el chorro de agua corriente.
Para secar, cuelga tu ropa a la sombra y evita que le pegue directamente el sol para que no pierda el color.
Para utilizar la lavadora asegúrate de no llenar por completo la capacidad máxima, sino ⅓ de su capacidad y elige un ciclo de lavado para prendas delicadas o uno que sea corto con agua fría y centrifugado suave.
Si no puedes utilizar jabón neutro, elige un detergente especial para prendas delicadas y recuerda no usar ningún suavizante, en su lugar puedes usar un poco de vinagre.
Coloca la ropa en una bolsa especial de lavado con rejillas para que proteja cada fibra. Una vez terminado el ciclo pon a secar tu ropa al aire libre.
Cuando tengas tu visita ginecológica anual, no dejes de aclarar tus dudas sobre el cuidado de la ropa interior, así como las telas en las que debería estar elaborada, para evitar infecciones.
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