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La manicura es una excelente opción para consentir nuestras uñas. Por lo general, en este tratamiento se limpia la base y las cutículas para después aplicar un esmaltado o gel, lo que nos ayuda a que luzcan bellas.
Hay diferentes tipos de manicuras y cada una utiliza su propia técnica. Pero recientemente, una de ellas ha causado sensación en redes sociales pues, a pesar de su sencillez, logra resultados sorprendentes.
¿Quieres saber de cuál se trata? En De Última te contamos todas las ventajas de la manicura brasileña.
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Todo lo que tienes que saber sobre la manicura brasileña
La principal característica de la manicura brasileña es que se realiza en seco. A diferencia de otros tipos de esmaltados, que requieren agua para limpiar las uñas, esta técnica se apoya de unos guantes especiales que nutren e hidratan las manos.
De acuerdo con AraEstetic, dichos guantes tienen ingredientes como queratina, calcio o vitamina E que, al momento de colocarse en las manos, ablandan las cutículas y la piel muerta, logrando que sea más fácil retirar las impurezas.
Otro beneficio es que, aparte de simplificar la limpieza de las uñas, a los guantes se les agregan ingredientes con propiedades humectantes, por ello dejan la piel de las manos muy suave.
Al ser una técnica en seco, el tiempo de aplicación es relativamente corto. Dependiendo de la manicurista, el proceso puede durar de 20 a 30 minutos.
Si quieres una aplicación rápida y que al mismo tiempo nutra tus manos, la manicura brasileña puede ser tu mejor opción.
¿Cómo se realiza la manicura brasileña?
Según el sitio del spa Glitzi, el primer paso de la manicura brasileña consiste en limpiar las uñas utilizando toallitas húmedas u otros productos específicos.
Si las uñas tienen esmalte, se deberá retirar por completo, ya que podría interferir en la absorción de los ingredientes que se les añaden a los guantes especiales.
Después, se realiza el corte y limado de uñas. Una vez que la uña ya está limpia, se colocan los guantes especiales. Se recomienda dejar que actúen por al menos 10 minutos.
Posteriormente, se retiran las puntas del guante y empieza el aseo de la cutícula. Aquí notarás que la piel muerta se vuelve más fácil de retirar.
¡Ojo! No se quita el guante por completo porque deberá seguir hidratando el resto de la mano.
Una vez que quedaron limpias las uñas, todo el guante se quita. Si sobra producto en las manos, se hace un masaje para esparcir los compuestos y aprovecharlos en la piel.
Dependiendo del salón o la manicurista, el último paso es colocar un esmalte protector o dejarlas al natural para no afectar el proceso de hidratación.
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