Todas podemos sufrir una piel deshidratada en algún momento, sin importar nuestra edad ni tipo de piel. Incluso las mujeres que la tienen mixta y grasa pueden verse afectadas por esta condición. Los cambios de clima: frío o calor, pueden favorecer la pérdida de agua, así como el uso de cosméticos muy agresivos, como ciertos limpiadores o serums.
No hay que confundir una piel deshidratada con el tipo de piel seca. Expertos de Bioderma explican que la piel deshidratada se trata de un estado transitorio y reversible con el tratamiento adecuado: “Es una alteración de la capa superficial de la epidermis por falta de agua. Esta ausencia de hidratación altera la función de barrera de la piel y conlleva malestar”. Por su parte, “la piel seca o muy seca, en cambio, es un estado constante, que define un tipo de piel determinado, que carece tanto de agua como de lípidos”.
Seca, normal, mixta, grasa, cual sea tu tipo de piel, puede sufrir un episodio de deshidratación y este es temporal, en el cual el uso de crema hidratante puede ayudar. ¿Cómo puedes reconocerlo? Notarás la piel reseca, áspera y con tirantez. Además, percibirás falta de luminosidad y descamación en algunos casos. A veces, puedes tener ojeras marcadas. Algunas de nosotras en el equipo tenemos piel grasa y al sentirla deshidratada vemos cómo se nota más brillo en el rostro. Es una señal de que la piel “tiene sed”.
Crema hidratante para cada tipo de piel
Una crema hidratante es uno de los pasos en la rutina para el cuidado de la piel que ayudará a evitar y tratar la deshidratación. A partir de los 25 años, aproximadamente, la piel deja de producir de la misma manera ácido hialurónico y colágeno, entre otros, lo que hace que naturalmente ocurra más deshidratación y aparezcan arruguitas, manchas y pérdida de elasticidad. De ahí la importancia de que nos acostumbremos a limpiar, hidratar y proteger la piel desde jóvenes, para mantenerla sana y radiante.
En contra de la pérdida de agua, debes mantenerte hidratada, limpiar tu rostro con productos que no sean agresivos, y aplicar una crema hidratante para tu tipo de piel diariamente, así como bálsamos labiales y contornos de ojos. Además, debes usar protector solar incluso en espacios interiores.
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¿Cómo elegir tu crema hidratante?
- Si tienes piel seca. Las cremas hidratantes que elijas pueden incluir ceramidas, ácido hialurónico y omega 3, ingredientes que nutren y suavizan la piel. Pueden ser las más densas o de consistencia espesa.
- Mujeres con piel mixta. Este tipo de piel presenta más grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla). La crema hidratante debe ser más ligera y puede contener niacinamida o ácido hialurónico, un poderoso hidratante. Busca la palabra seborreguladora en el envase. Algunos expertos recomiendan que se puede alternar en la semana con una crema nutritiva.
- ¿Grasa? Por lo general, vienen en geles y lociones aún más ligeras, con contenido acuoso y etiquetado oil free (libre de aceites) y no comedogénico. El ácido hialurónico también puede funcionar en este tipo de piel para hidratarla, además, puede tener ingredientes que favorecen su equilibrio como el ácido glicólico o la niacinamida.
- Las sensibles. En estos casos, es importante que no contengan perfumes ni colorantes, porque pueden irritar la piel. Ingredientes con efecto calmante, como avena o manzanilla, son ideales en una crema facial para este tipo.
Aunque esta guía puede darte algunos tips para elegir tu crema hidratante, un especialista en dermatología es el mejor para decirte cuál es la mejor para ti, según tipo de piel, necesidades específicas y edad.
Ahora que se aproxima la temporada de frío, no dejes de mantener hidratada tu piel.
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