Las vacaciones se aproximan y el momento de lucir toda tu piel en los outfits de playa más asombrosos de la temporada al salir a broncearte está a la vuelta de la esquina. Así que para que aproveches al máximo cada rayo de sol sobre tu espalda, aquí te diremos cómo puedes cuidarla.
La espalda es una de las partes que más se luce durante el verano en trajes de baño, tops y vestidos de playa. Lamentablemente, muchas veces pasa desapercibida durante nuestra rutina de belleza y al llegar a este momento del año puede estar con poca humectación y hasta con brotes de puntos negros o acné a causa de la falta de exfoliación.
Por este motivo, en De Última te diremos cómo puedes darle un mantenimiento de primera a tu espalda y consentirla antes de mostrarla por todo lo alto en tus looks veraniegos durante tus vacaciones.
Tener una rutina especial para consentir tu espalda una vez al mes logrará que tu piel se sienta tan tersa y fresca, que el verano será tu estación favorita del año para lucirla en cada outfit.
Esta rutina es recomendable iniciarla con una exfoliación para retirar toda las células muertas e impurezas que se albergan en la capa externa de la piel, puedes ayudarte de un exfoliante en crema o preparar uno casero con azúcar morena y miel para tener una espalda tersa.
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Para que el exfoliante tenga un mejor efecto, trata de realizar suaves movimientos con las palmas de tus manos para esparcir el producto y relajarte, también te puedes ayudar de un cepillo para alcanzar todas las zonas.
Pon especial atención en la piel que constantemente convive con prendas como el brasier o tops interiores, y alrededor de los hombros y la nuca, para aumentar el nivel de relajación.
Ya que la piel de tu espalda esté en su punto máximo y dispuesta a absorber nutrientes, será el momento ideal de aplicar una mascarilla, te recomendamos alguna que sea especial para hidratar.
Si prefieres una opción natural, puedes mezclar 1 plátano, 1 taza de yogur y una cucharada de miel y dejar reposar durante mínimo 10 minutos para tener una piel extra suave por toda la la hidratación y antioxidantes que aportan los ingredientes.
Esta rutina la puedes incorporar al momento de bañarte y si prefieres recostarte en lo que cada producto surte efecto, después de la mascarilla será el momento de enjuagar toda tu piel para retirarla y aprovechar para ducharte.
Después de tu baño, no olvides sellar toda la rutina de cuidado aplicando una cantidad generosa de crema humectante sobre tu espalda.
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