ha sido una planta que nos ha acompañado a lo largo de la historia. Las antiguas civilizaciones sabían que las propiedades del romero eran todo lo que necesitaban para cuidar su piel y pelo.
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Con el paso de los años, la industria de la belleza ha ido complementando sus fórmulas con este ingrediente para poder cumplir el golden dream de todas las beauty addicted: lucir una melena sana y cuidada todos los días.
Si lo que deseas es realmente un pelo del cual hasta Rapunzel sienta envidia, no dejes de leer, pues aquí te diremos cómo hacer un shampoo de romero 100% casero que será la salvación que tu pelo necesita para crecer y verse espectacular.
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Según la página web del Dr Mercola, el romero contiene minerales como el manganeso, que funciona como un antioxidante que ayuda a limpiar y depurar las malas toxinas. También tiene hierro, potasio, fibra, vitaminas B, vitamina A, vitamina C y calcio, mineral que necesita el pelo para no perder su brillo.
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Si esto no te es suficiente, la edición española de la revista Clara asegura que el romero también es el mejor aliado contra la caída del pelo y la caspa. Por ello te diremos cómo hacer un shampoo de romero 100% natural para que tu pelo obtenga todas las vitaminas y minerales que necesita.
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Ingredientes
Un shampoo neutro sin aroma ni parabenos o shampoo para bebe sin perfume
Dos ramas de romero fresco
Dos tazas de agua
Preparación
Coloca en una olla las tazas de agua y ponla a hervir, cuando veas que el agua ya está en su punto, debes agregar las ramitas de romero. Tapa la olla y apaga el fuego cuando el agua cambie de color. Deja reposar la preparación una noche entera.
Al día siguiente, cuela y mezcla el agua con el shampoo neutro procurando que ésta no quede tan líquida. Permite que repose unos tres días para que el romero se mezcle por completo con el shampoo neutro.
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Aplica este shampoo cada que laves tu pelo y masajea tu cabeza por 5 minutos para que las propiedades entren al cuero cabelludo.
Si ves algo que no te gusta o tienes alguna reacción, suspende inmediatamente y acude con un dermatólogo.
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