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Los aromas nos permiten revivir sensaciones, situaciones y lugares. En estos momentos, en que debemos permanecer en casa para evitar que se propague el COVID-19 , también nos ayudarán a combatir la ansiedad y mantener la calma por lo que resta de la cuarentena .
Como sabes, la aromaterapia es una rama de la herbolaria que, apoyándose en aceites extraídos de plantas, flores, frutas y cortezas, es un eficaz aliado para contrarrestar ciertas dolencias, así como para equilibrar el ánimo y las emociones.
Para combatir la ansiedad que se vive actualmente, necesitamos aromas relajantes. El más popular es la lavanda, a la que muchos consideran la estrella de la aromaterapia.
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Tiene gran influencia en el sistema nervioso gracias a sus propiedades calmantes y sedantes. Es muy eficaz para recobrar el equilibrio y para conciliar el sueño.
Si tienes en tu casa un poco de aceite esencial y cuentas con humificador, úsalo para aromatizar tu casa. Coloca unas cuantas gotas y, en poco tiempo, tu espacio se percibirá diferente. Te sentirás relajada y podrás continuar con tus actividades.
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También puedes colocar un poco de aceite junto a tu mesa de trabajo. De esta manera, te estarás más tranquila y te resultará más fácil cumplir con tus asignaciones profesionales.
Si no dispones del aceite ni del humificador, trata de conseguir un ramito y colócalo en un florero. De esta forma el aroma perdurará en tu casa unos días.
Si no puedes conseguir lavanda, no te preocupes. El aroma de otras flores y frutos también tiene propiedades relajantes, entre ellos: la rosa, la mandarina, la manzanilla, el jazmín y la vainilla, principalmente.
Si los tienes todos o algunos de ellos, te proponemos hacer unos sachets para que los coloques en diferentes puntos de tu casa. Así, además de brindar un agradable aroma a tu hogar, te dará calma y bienestar.
En francés, sachet significa bolsita o saquito, y son muy populares aromatizar pequeños espacios. ¿Qué necesitas para hacer los tuyos? Aquí te lo decimos.
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La cáscara de la mandarina la puedes dejar secar al sol. Respecto a las flores, necesitas secarlas. Una manera de conseguirlo es colgarlas del tallo; sí, como si fueran ropa. De esta manera, la humedad bajará, poco a poco, hasta los pétalos y secarlos. Después, despréndelos. Si tienes una vaina de vainilla, corta un pedacito.
Cuando tengas todos los ingredientes, tienes que mezclarlos, ya sea en partes iguales o incorporando un poco más de tu favorito. Tendrás un aroma predominante, pero con toques de otras materias primas.
Puedes hacer pequeños saquitos de una tela porosa (como organza o tul) o dejarlos reposar sobre un bonito recipiente. Colócalos en sitios como tu recámara o tu espacio de trabajo.
Si no contamos con los aceites esenciales, otra forma de aprovechar los beneficios de la aromaterapia es con el agua perfumada .
Las aguas perfumadas son las precursoras de los perfumes modernos. Y, la buena noticia: ¡tú puedes hacer tu propia versión casera!
Para la más básica solo necesitas rosas y lavanda. Puedes combinarlas o usarlas por separado. Sumérgelas en agua durante uno o dos días. Ve checando cómo el agua absorbe el aroma. No lo dejes más tiempo del necesario, porque podría descomponerse y empezar a oler mal.
Retira las flores y cuela, para que el agua no tenga residuos. Vacíala en un recipiente con atomizador. Puedes rociar un poco en tu almohada o en otras superficies.
