Aunque sabemos que planchar no es la mejor alternativa para el cuidado del medio ambiente, entendemos que hay ocasiones en que es necesario, y como todo en esta vida, lo importante es el equilibrio, así que recomendamos minimizar el uso de la plancha y usarla sabiamente cuando sea necesario.
Uno de los problemas más comunes al planchar es que por accidente se quemen ciertas parte de la ropa, sobre todo cuando no se usa la temperatura adecuada para la tela que estás planchando y peor si el material es delicado. Así que antes de pasarle la plancha a cualquier prenda, revisa la etiqueta para que veas el trato que debes darle y evitar quemaduras.
Pero si estás leyendo esto muy tarde y el daño ya está hecho, te vamos a contar cómo limpiar una plancha quemeda de manera fácil y efectiva.
Todo lo que necesitas hacer es mezclar un poco de bicarbonato de sodio y agua para crear una pasta. Luego frótala en la suela de la plancha usando un cepillo suave o una toalla para fregar. Después usa un poco de agua para limpiar. Asegúrate de que la pasta se haya limpiado por completo y no uses la plancha hasta que esté totalmente seca.
Humedece una toalla con vinagre blanco. Luego, limpia la plancha quemeda para eliminar cualquier suciedad. En algunas situaciones, pueden quedar algunos residuos, así que puedes dejar la toallita durante 15-30 minutos, luego secar la plancha con otro trapo limpio y listo.
Otro truco que recomienda Handy, es poner un poco de pasta de dientes blanca en la plancha quemeda . Después, limpia con un paño húmedo. Recuerda dejar que la plancha se seque por completo antes de usarla.
De acuerdo con The Sun Uk, lo único que necesitas hacer es poner un trapo de algodón limpio y seco sobre la planchar quemada y espolvorear con sal marina. Luego encender la plancha a temperatura alta y planchar sobre la sal varias veces hasta que desaparezcan las manchas de quemaduras.
Una de las mejores formas de limpiar una plancha es con unas gotas de detergente para platos líquido en un poco de agua. Luego, pasar un trapo suave, una toalla o una toalla de papel humedecida en la solución para limpiar cualquier residuo en la suela de la plancha.
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