La moda y el deporte son aparentemente dos mundos distintos. Sin embargo, a lo largo de los años, ambos han tejido un fuerte vínculo cuya influencia se refleja en estas dos industrias. Los atletas y eventos deportivos tienen la capacidad de dictar tendencias, mientras que la y los diseñadores amplifican el estilo dentro del deporte, como sucede con los uniformes usados dentro y fuera del terreno de juego.

Era cuestión de tiempo para que la practicidad de la ropa deportiva se filtrara en el uso diario. Y es que la comodidad se convirtió en una de las características más valoradas por los usuarios. “El fin de la pandemia no solo marcó el regreso a la actividad, sino también una preferencia por las piezas sueltas”, considera Francisco Saldaña, director de contenidos académicos de la Universidad Jannette Klein

Con el auge del athleisure se borró la línea entre la prendas deportivas y aquellas destinadas al uso cotidiano, dando como resultado atuendos cómodos pero formales a la vez.

La hoodie

De H&M a Balenciaga, la sudadera es una pieza esencial en las colecciones de diversas marcas. Surgió como uniforme laboral en el siglo XIX, pero fue hasta la década de los veinte que se introdujo en el deporte. A partir de los años treinta se le incorporó una capucha (distintivo de la hoodie) para proteger la cabeza del frío.

Hoy en día, se presenta con diferentes estampados y en versiones de ultralujo que pueden superar los dos mil dólares. Por si fuera poco, combina con todo tipo de prendas: jeans, leggings, pantalones de piel, faldas plisadas, vestidos, e incluso se utiliza debajo de chamarras o abrigos de lana.

La rompevientos

Si bien se asocia a la categoría de ropa deportiva (por su tejido ligero e impermeable), esta prenda ha sido reinterpretada en varias ocasiones por diseñadores y firmas de lujo. Se caracteriza por tener bolsillos laterales, un cierre frontal, además de que puede tener cuello alto o capucha y cordones para poder ajustarla.

Comme des Garçons, Balenciaga y Helmut Lang cuentan esta temporada con versiones sofisticadas, que quedan perfectas con jeans, faldas midi o joggers. Luce bien con un suéter ligero de cuello alto y unos pantalones formales negros, o con una falda a la rodilla.

Foto: Ami y Balenciaga
Foto: Ami y Balenciaga

La T-Shirt

Aun cuando surgió como una prenda interior masculina, en la década de los treinta se convirtió en un básico para los deportistas universitarios. Fue en los años sesenta cuando actrices y cantantes empezaron a usarla. Para la década siguiente, era completamente unisex.

Ha sido reinterpretada por marcas como Saint Laurent, Chanel, Dior, Calvin Klein y Giorgio Armani. Una forma sencilla de llevarla es con una falda lápiz o plisada, con unos pantalones de piel negros y un blazer o, al estilo de las top models: solo con unas medias debajo y botas.

Foto: Cinq a Sept y Dior
Foto: Cinq a Sept y Dior

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Los leggings

Antes de que se convirtieran en una opción de ropa deportiva, los leggings se utilizaban con fines prácticos. En el siglo XVIII, los hombres recurrían a éstos para cubrirse las piernas y no pasar frío. Con el surgimiento de telas elásticas, su popularidad subió fuertemente entre las mujeres durante los setenta.

Hoy en día, forman parte de las colecciones de firmas como Max Mara, Balenciaga, Nina Ricci, Balmain y Mugler. Este verano, protagonizan un nuevo capítulo sobre todo en color negro. Jacquemus los combina con diminutos crop tops y Acne Studios los acompaña de blazers superceñidos.

Los tenis

Existe un culto masivo en torno a este calzado. Tal es su fama que hay coleccionistas dispuestos a formarse por horas para conseguir una edición especial, así como desembolsar varios miles de dólares por un par. ¿La razón? Los tenis han dejado de ser utilizados únicamente para el deporte; hoy se emplean tanto en situaciones casuales como eventos de gala.

Unos sneakers blancos son perfectos para acompañar un maxivestido, mientras que unos de estilo chunky lucen bien con jeans y una chamarra de piel. “Es un rasgo positivo que no todo tenga que ser tan uniforme”, señala el diseñador de moda Francisco Saldaña.

Foto: Mugler y New Balance
Foto: Mugler y New Balance

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