Los accesorios son esenciales en el día a día, ya que no solo sirven para llevar nuestras pertenencias o protegernos del clima, por ejemplo, sino también permiten darle un toque de estilo a nuestro look cotidiano.
Entre la variedad de complementos que existen, las bolsas son consideradas verdaderos objetos de deseo, tanto por sus diseños como por lo que reflejan: personalidad, estilo de vida y hasta poder adquisitivo.
Si bien hay una amplia oferta de firmas internacionales, las propuestas de marcas mexicanas compiten fuertemente gracias a sus materiales de alta calidad (sobre todo pieles), una producción realizada a mano, así como por su diseño contemporáneo. Te invitamos a descubrir cinco sellos de bolsas que ponen el nombre de México en alto.
“Las bolsas representan una extensión de la persona. No solo son accesorios en los que se lleva lo que uno más valora, sino que se vuelven indispensables en el día a día”, expresa Joanna Novelo, fundadora de la marca mexicana de bolsas The Lane.
Cuando Jimena Gonzalo empezó a crear bolsas sabía bien que sus diseños debían ser especiales. “No quería que fueran accesorios que se pudieran encontrar en cualquier lugar. Tanto las formas geométricas como la manera artesanal de hacer las bolsas se convirtieron en los distintivos de la marca”, apunta la directora creativa de Loun.
Fue así como surgieron modelos con siluetas piramidales, triangulares, cilíndricas, ovaladas, rectangulares, cuadradas, entre otras, que se confeccionan con piel de becerro y borrego.
“Hay un proceso minucioso detrás de cada bolsa. No solamente están hechas a mano, sino que toda la producción se realiza en la Ciudad de México”, añade la creativa.
Para diferenciar aún más los diseños, cuentan con detalles como asas arrugadas o en forma de cordones, broches con pasadores o texturas de cocodrilo. Cada temporada, se presentan en tonos como lila, nude, azul cielo o verde bandera.
Dado que la diseñadora está convencida de que no existe mayor diferenciador en un look que los accesorios, ha lanzado colecciones especiales de pequeñas carteras y planea, a corto plazo, poner a la venta una serie de cinturones.
Los años cincuenta fueron el punto de partida de la estilista Fer Millán para diseñar cuatro bolsos bajo el sello Le Voyage. Como el nombre lo indica, su propuesta se inspira en el arte de viajar.
Tres piezas más integran la colección, misma que está confeccionada con pieles italianas: un bolso cilíndrico, otro con la misma estructura, pero en una versión reducida y uno más de silueta rectangular para llevar bajo el hombro.
Millán considera que el verdadero lujo está en lo hecho a mano, por lo que la fabricación de las bolsas se encuentra a cargo de artesanos mexicanos. Gracias a una producción limitada, se busca eliminar desperdicios y piezas de más. La estilista cree firmemente que hoy las marcas tienen la obligación de ser lo más sustentables posible.
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Para Joanna Novelo, fundadora de la marca mexicana The Lane, las bolsas forman parte de la historia de cada mujer. Ya sea para algo casual o un evento especial, sus piezas destacan por una estética elegante con detalles particulares. Un claro ejemplo es el bolso de estilo tote, confeccionado con piel bovina y un acabado brillante. También cuenta con un modelo compacto para lucir de forma cruzada, al hombro o en la mano.
“Me gusta jugar con lo imperfecto, al grado que pareciera que le falta alguna parte a la bolsa. También se cuida mucho la calidad, los detalles discretos y que tengan un enfoque atemporal”, indica Novelo. Quizá esa sea la razón por la que solo cuenta con cinco modelos disponibles, que varían cada temporada en cuanto a textura y color.
Aun cuando hay mucha competencia en el campo de las bolsas, la diseñadora considera que la riqueza de técnicas artesanales (la fabricación se realiza en León, Guanajuato) es aquello que vuelve especiales a las propuestas de diseño mexicano.
Dicen que menos es más, y en el diseño de accesorios esta regla parece tener mucho éxito. O al menos así lo ha demostrado Gabriela del Valle, creadora de la marca de bolsas Avorigen, las cuales se destacan tanto por sus líneas discretas como por el uso limitado de detalles. Sus modelos abogan por la elegancia clásica y la practicidad.
En un inicio, su enfoque eran las bolsas de noche, pero con el tiempo su propuesta se extendió a piezas de todo tipo. Los diseños se destacan por tener herrajes dorados, asas removibles y un detalle de escarabajo, que representa la buena suerte y los cambios constantes de la vida.
Las bolsas se confeccionan con pieles de alta calidad y por manos mexicanas de forma artesanal, lo que garantiza una mayor durabilidad.
La cultura mexicana se convierte en fuente de inspiración para el sello de bolsas Carlota, las cuales se producen de manera minuciosa por artesanos nacionales. Especies como el quetzal, la mariposa, el tucán, el ocelote o el mono araña se imprimen cada temporada en sus piezas, ya sea a través de diseños llenos de color o en versiones más discretas.
Si bien la estética es importante para la marca, la funcionalidad de las piezas se considera otra característica esencial. Es por ello que cuentan con todo tipo de modelos, desde totes hasta pequeñas backpacks que pueden llevarse en el día a día. De igual modo, tienen disponibles bolsas hobo, cruzadas, bucket y clutches para llevar de noche.
Los modelos se presentan en diferentes colores y estampados cada temporada. Poco a poco, su propuesta se ha extendido a calzado, así como a otros complementos.
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