El escritor peruano Mario Vargas Llosa leerá su discurso de entrada en la Academia Francesa el 9 de febrero, cumpliendo así "un sueño" de juventud, declaró a su traductor al francés, Albert Bensoussan .
"Será recibido oficialmente el 9 de febrero. El 8 de febrero se le entrega la espada de académico, y al día siguiente, bajo la cúpula (de la Academia), leerá su discurso", explicó Bensoussan, que se ha encargado de traducir el texto, como viene haciendo con toda la obra del escritor desde hace medio siglo.
Ningún portavoz de la Academia Francesa estaba disponible este miércoles para confirmar esas fechas.
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Será la culminación de una elección histórica que tuvo lugar el 25 de noviembre de 2021, tras una espera que se le ha hecho larga al autor de "Conversación en la catedral", según reveló recientemente la secretaria perpetua de la Academia, Hélène Carrère d'Encausse.
Premio Nobel de Literatura en 2010, Vargas Llosa es el primer escritor que sin haber escrito directamente en francés entra en la Academia, fundada por el cardenal Richelieu en 1635.
"Cuando (Vargas Llosa) estaba encerrado en la Academia Militar (en Lima), quería vivir en una buhardilla en París. Así que entrar en la Academia es entrar en su sueño", explica en entrevista Bensoussan, que acaba de publicar un ensayo sobre el autor.
"Mario Vargas Llosa, écrivain du monde" (Gallimard) es el homenaje de Bensoussan (87 años) al que califica de "maestro", a pesar de que es un año mayor que él.
"He tenido que asumir sus fantasmas y obsesiones", confiesa en el libro Bensoussan.
"He habitado sus sueños (...) imitado fraternalmente sus gestos, mimado su voz", añade Bensoussan, hispanista y a su vez autor de una larga obra literaria en francés.
Vargas Llosa es el último superviviente del "boom" de la literatura latinoamericana, del "realismo mágico" encarnado por Gabriel García Márquez, Julio Cortázar o Carlos Fuentes.
Bensoussan recuerda el impacto que tuvo esa generación. "En Francia nos quedamos deslumbrados. Vivíamos por entonces la época del 'Nouveau Roman'... novelas donde no había la magia de una historia", explica el traductor, que conoció y trabajó con buena parte de esos escritores.
A Vargas Llosa lo conoció en 1971, cuando éste le encargó la traducción al francés de "Los cachorros".
Bensoussan explica que ya venía "entrenado" de haber trabajado y convivido literalmente con el cubano Guillermo Cabrera Infante y su compleja obra "Tres tristes tigres".
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Vargas Llosa lo recibió en Barcelona, donde vivía por entonces, y tras revisar la traducción, le dijo: "es mejor que el original", asegura Bensoussan, riendo.
"Luego dijo: 'puedes traducir a tu aire, no controlaré nada más'". Siempre estaba viajando, confiaba en mi", añade.
"Bueno, a veces yo necesitaba una confirmación", explica Bensoussan.
Para traducir "hay que tener el texto en la mente, pero luego hay que recrearlo. Hay que hacer el vacío (en la mente), es decir, buscar intuitivamente la palabra que en francés corresponderá realmente a la noción de aquello que quería decir el autor", explica.
Traducir implica "superponer dos círculos: el círculo de la traducción cubre el original, pero no totalmente. Siempre se gana algo y se pierde algo", explica.
"La (novela) que me exigió más tiempo fue 'La guerra del fin del mundo'", ambientada en Brasil, recuerda. "Necesité dos años. Tenía que entenderla... Cuando traduzco, necesito tener a mi alcance la misma bibliografía que el autor", asegura.
Para un intelectual con un bagaje latinoamericano, español y europeo, entrar en la Academia Francesa no es ninguna rareza, enfatiza Bensoussan. "Representará a la cultura francesa con una mirada diferente. Es por eso que lo describo como 'un escritor del mundo'.
melc