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En su última etapa de vida y en un lapso de tres años, cuando su exploración creativa llegó a uno de sus puntos más altos, Wolfgang Amadeus Mozart estrenó dos obras que destacan, en palabras del director de orquesta Iván López Reynoso, por su complejidad: el" David penitente, K. 469" (1785), cantata de temática religiosa, y "Júpiter" (1788), también conocida como "Sinfonía núm. 41, K. 551", la última y más extensa que compuso.
“Júpiter es una de las sinfonías clásicas más celebradas por el público, con amplia programación a nivel mundial, mientras que el David penitente muestra rasgos poco conocidos de uno de los reyes más importantes del pueblo judío. Se conforma por mucho de lo que compuso Mozart para la "Misa en Do Menor" e incluye tres números inéditos, lo cual revela la versatilidad de su música en dos textos diferentes”, detalló López Reynoso.
Con ambas obras, la Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) inicia su temporada presencial 2022, la cual estaba programada para el pasado febrero y que fue pospuesta debido a las restricciones sanitarias por la pandemia.
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Las únicas dos funciones serán el próximo jueves 7 de abril, a las 20:00 horas y el domingo 10 a las 17:00, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes; en la segunda fecha habrá transmisiones en vivo a través del sitio web contigoenladistancia.cultura.gob.mx, así como en las redes sociales del INBAL (INBAmx) y de la Compañía Nacional de Ópera (operainbal).
Además del trabajo de López Reynoso, las representaciones están a cargo de la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes, de Luis Manuel Sánchez, quien es el director huésped del Coro, y de tres jóvenes solistas nacionales cuyas trayectorias —según refiere el director artístico de la Ópera de Bellas Artes, Alonso Escalante— van en un camino ascendente y han alcanzado el éxito internacional: las sopranos Anabel de la Mora y Luisa Mordel, y el tenor Efraín Corralejo. De la Mora destaca, en particular, por ser una de las sopranos primeras “más importantes en su especialidad, con capacidades vocales que la vuelven poco común entre las sopranos”.
Después de dos años del comienzo de la pandemia, en los que sólo se llevaron a cabo presentaciones virtuales hasta antes del segundo semestre de 2021, la Compañía Nacional de Ópera se une a las estrategias #VolverAVerte y “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura federal con un aforo total en el Palacio de Bellas Artes y protocolos sanitarios tanto para el público como para quienes participan en la producción.
Las particularidades del confinamiento, además, han llevado a la Ópera de Bellas Artes a expandir su repertorio, abarcando obras no tan recurrentes, y a cruzar las fronteras del país a través de los impactos del público virtual (más de 10 millones de vistas en el primer año de la pandemia y 8 millones en el segundo, contando el semestre de actividades presenciales).
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Iván López Reynoso
Director de orquesta
“Júpiter es una de las sinfonías clásicas más celebradas por el público, con amplia programación a nivel mundial”
