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La amistad, dijo Carlos Fuentes en 1998, requiere atención, cuidado y amor, “y sólo en el corazón de un amigo podemos reconocernos realmente a nosotros mismos, y al mundo”. Esta concepción de la amistad nació a partir de relato en torno a los lazos que lo unieron al poeta Octavio Paz, con quien mantuvo una gran correspondencia que suma más de mil cartas intercambiadas a lo largo de tres décadas.
En 2000, en El Colegio Nacional, enumeró 10 recomendaciones de “un autor longevo” a jóvenes escritores, una de ellas fue la disciplina, porque los “libros no se escriben solos ni se cocinan en comité”, porque escribir “es un acto solitario y a veces aterrador”.
Y en 2005, en España, dijo que “no hay tradición que se sostenga sin creación que la renueve. Y no hay creación que valga sin tradición que la preceda. Ninguna obra literaria ilustra mejor esta convicción que Don Quijote de la Mancha”.
La palabra de Carlos Fuentes, sus pensamientos, sus ideas sobre los maestros, la literatura, los amigos, la lectura y la vocación han sido reunidas en el libro titulado "A viva voz" (Alfaguara, 2019); se trata de una serie de conferencias culturales, divididas en tres partes: Maestros, Amigos y Vocación.
“Siempre he dicho que sus conferencias son obras de arte, las trabajaba con un gran cuidado, como si fueran un libro, él amaba escribir novela, cuentos, ensayos, era un deleite, y a lo largo de su vida escribió tantas conferencias. Primero se publicó Conferencias políticas y ahora se publican sus conferencias culturales. Es una oportunidad de estar cerca de él, de su pensamiento y de lo que significó para él el maestro, el amigo y la escritura”, explica la periodista Silvia Lemus, viuda del autor de "La región más transparente".
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En "A viva voz" se puede encontrar también sus pensamientos sobre sus inspiraciones literarias. Por ejemplo, en El Colegio Nacional, aseguró: “México, mis amigos, mi familia, mi maravilloso, tierno, infinitamente cortés pueblo, mi estrangulada, asfixiante, nunca más transparente región del aire, mi territorio de la memoria y una vida política en la que la realidad supera la ficción, todo ello, les digo, me llena los vasos comunicantes de la creación, con ardor, es cierto, de tequila y enchiladas”.
Y añadió: “Escribió tantas cosas que sigue vigentes. Por ejemplo, escribió el libro "Contra Bush" y es como si hoy fuera contra Trump, aunque Trump es mucho más bárbaro que los anteriores. Además, muchas cosas que están vigentes están también en el periodismo. Yo no puedo imaginarme lo que él diría hoy, pero sí podemos releerlo, podemos releer "Tiempo mexicano" y encontraremos muchas respuestas para lo que hoy vivimos”.
Lemus recuerda que el interés por publicar cartas con Paz de las que habló Fuentes se mantiene pese a la muerte de Marie-Jo Tramini, viuda del poeta, con quien había planeado un libro con es correspondencia. “Estamos a la espera de saber quién va a manejar el legado de Paz”.
Y tiene un proyecto más, escribir su historia de amor con Fuentes. “Lo estoy preparando, me interesa mucho”. ¿Será un ejercicio amoroso?, se le pregunta. “Sí, muy de todo, muy de él porque yo lo seguía. Él decía: ‘¿te interesa que nos vayamos a Saint Louis, Missouri?’ Yo le respondí, sí. ‘¿Te animas a irnos a New Hampshire un año, en donde habrá nieve?’ Sí, le dije. ‘¿Nos vamos a Princeton?’ Sí, vámonos. ‘¿Nos podemos quedar otro año?’ Sí. Es una historia que quiero contar, ojalá el año entrante la pueda publicar”.
—¿Alguna vez le dijo que no?
— No, era una vida muy especial, lo pasé estupendo”.
— En la relación de Carlos Fuentes con el periodismo, ¿usted tuvo mucho que ver?
— Cuando tú tienes un compañero que escribe novela, ensayo, prepara clases, pues entras a todo, él te habla, tú hablas con él, y aprendes. Él era mi universidad. Aprendí mucho con él sin darme cuenta.
