Ante el incremento de casos de en todo el mundo (hasta hace unos días se habían contabilizado más de 22 mil en 79 países), la Organización Mundial de la Salud () calificó esta enfermedad infecciosa como una emergencia de salud internacional.

Al igual que el y otras enfermedades emergentes, la viruela del mono es una zoonosis, lo que significa que pasó de animales a humanos (esto ocurrió hacia 1970 en África, específicamente en la República Democrática del Congo).

Es causada por el virus de la viruela símica, que se transmite de una persona a otra por contacto estrecho con líquidos corporales (saliva, sangre, sudor, lágrimas, orina, semen, secreción vaginal…), lesiones en forma de vesículas y fómites (objetos inertes contaminados con partículas virales de personas infectadas, como sábanas, ropa, picaportes, superficies no porosas…).

“Es importante dejar en claro que, si bien ha habido un mayor número de casos de viruela del mono entre la población homosexual y bisexual, todos somos susceptibles de enfermar: niños, jóvenes, adultos, ancianos. Incluso, las mujeres embarazadas pueden contagiarse y transmitir el virus a su hijo”, comenta Rocío Tirado Mendoza, académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la.

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Síntomas

Los síntomas de la viruela del mono son fiebre, cefalea intensa, dolor lumbar, dolores musculares, erupciones cutáneas e inflamación de los ganglios linfáticos, y aunque la letalidad de esta enfermedad es baja, los pacientes inmunosuprimidos (por ejemplo, con el virus de inmunodeficiencia humana o VIH) y los niños (en particular los desnutridos) corren más riesgo de padecer complicaciones y presentar un cuadro clínico grave.

El periodo de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela del mono es de dos a cuatro días en la mayoría de los casos, y la enfermedad puede durar de dos a cuatro semanas (aun así, se aconseja que las personas diagnosticadas utilicen preservativos durante sus relaciones sexuales hasta 12 semanas después de su recuperación).

“La viruela del mono es una enfermedad exantemática o eruptiva, muy parecida al . Las lesiones suelen aparecer más en la cara, las manos y los pies, evolucionan a costras y se caen”, indica la académica universitaria.

A diferencia del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, que es un virus de (ácido ribonucleico), con una alta tasa de mutación, el de la viruela del mono es un virus de ADN (ácido desoxirribonucleico), con una tasa de mutación mucho menor.

“Pero, para distinguirlo de su ‘primo’, el de la viruela, es necesario aplicarle también una prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa)”, dice Tirado Mendoza.

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Vacunas

Estados Unidos ha autorizado dos vacunas contra la viruela del mono: una de virus símico atenuado (sólo probada en animales); y otra de virus de vaccinia, de la misma familia del virus de la viruela (probada tanto en animales como en humanos), pues ambas producen una respuesta inmune eficiente.

“En España, el país europeo con más casos de viruela del mono, se pretende vacunar primero a aquellas personas de alto riesgo que sospechen haber estado en contacto recientemente con el virus o que en un rango de 14 días hayan presentado algún síntoma que pudiera relacionarse con esta enfermedad; así como a médicos y trabajadores de laboratorios que hacen la prueba de PCR para diagnosticarla. En nuestro país, donde se han registrado 91 casos en 15 estados (la mayoría en la Ciudad de México y Jalisco), no se ha considerado la vacunación. Hasta la fecha, todos los pacientes, incluso los que requirieron hospitalización por padecer una inmunosupresión severa, se han recuperado. La alerta emitida por la OMS pone énfasis en la población homosexual y bisexual. De todos modos, hay que repetir que ésta no es la única población susceptible de ser infectada”, finaliza la académica.

Recomendación de la OMS


La semana pasada, la OMS, por medio de su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recomendó a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres limitar, por el momento, el número de sus parejas sexuales y tomar medidas para protegerse de la viruela del mono (de acuerdo con la propia OMS, 98% de los casos detectados desde que comenzaron los brotes en mayo corresponden a la población homosexual y bisexual).
“Se han identificado lesiones en la mucosa bucal. Esto indica que hay una replicación del virus en esa zona. Así, partículas virales pueden estar en la saliva y pasar a la persona con la que se tiene un contacto directo boca a boca o sexo oral. Asimismo, se han reportado lesiones en la mucosa anal que se asocian a prácticas homosexuales y/o bisexuales”, apunta Tirado Mendoza.

Es probable que, en los primeros días de la infección, las lesiones ya estén en la mucosa bucal o en la mucosa anal, pero no sean visibles, o pasen completamente inadvertidas al nivel de los genitales, debido a lo cual la cadena de contagio sigue activa. 

“Por eso, a pesar de que las lesiones no sean visibles, en cuanto experimente algún síntoma como fiebre, malestar general o dolor en los ganglios linfáticos, sobre todo, el individuo, especialmente si mantiene contacto sexual sin protección con un elevado número de personas, debe pensar que pudiera ser una señal relevante y acudir al médico”, agrega la académica.

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