Ayer se dio a conocer el cartel de la 49 edición del Festival Internacional Cervantino. La imagen, informó la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, es resultado de la convocatoria a alumnos de diseño de la Universidad de Guanajuato, el ganador, Ángel Montiel, se inspiró en una obra de Wifredo Lam, en el voguing y el ballroom. Hace poco le contamos que se prevé para este año un formato híbrido: en línea y presencial. La programación se suele dar a conocer en el verano,pero recordemos que Cuba fue invitado en 2019 para venir en 2020; la invitación fue apresurada, pero Cuba aseguró que propondrían lo mejor del país. Luego vino la pandemia y el FIC se hizo virtual y sin invitados, y Cuba sería invitado de honor para 2021. Hoy hay un nuevo elemento de riesgo para la programación: las protestas sociales nunca antes vistas, por lo menos desde los 90, en Cuba. Ya hay artistas residentes en la isla, como Leo Brouwer, que han declarado abiertamente su rechazo a la represión de manifestantes. El tema no es menor.
Los monólogos de la secretaria Frausto
La Secretaría de Cultura federal se dio a la tarea de hacer encuentros con la prensa desde el inicio de este gobierno y, desde entonces, ha tenido una frecuencia irregular. Hace un par de semanas se retomaron y ahora se transmiten por redes sociales. Esta decisión cambió el formato. ¿A quién le habla la secretaria en estas conferencias? A juzgar por lo que informa, al público de las redes, no a los periodistas. Frausto se puede tomar hasta 40 minutos para describir en sus propias palabras los boletines que mandan desde Comunicación Social, los adorna con anécdotas, puntos de vista y listo. Luego vienen las preguntas de los periodistas y da respuestas, en la mayoría de las veces, acotadas. En la última, por ejemplo, se le preguntó sobre el Teatro Jiménez Rueda y en qué va el convenio con Hacienda. Repitió lo mismo que hace meses: está el compromiso de habilitar en el predio otro teatro, incluso uno mejor. Para complementar, dijo que enviaría el convenio; el documento, recortado, no abona más a lo dicho. Y ni hablar de las preguntas de ciertos colegas que dan pie a que la funcionaria se extienda otros 10 minutos para abundar en sus “logros”. Un monólogo de 60 minutos, la próxima función es en 15 días.