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Valeria Tentoni llegó a la literatura y al periodismo como una curiosa en busca de saciar su obsesión con las palabras; su curiosidad la llevó a los talleres literarios que impartía el escritor argentino Alberto Laiseca, su maestro, quien le abrió las puertas de la escritura, a la que entró a través de las entrevistas y conversaciones literarias.
A esa reflexión dedica "El color favorito", que habla del poder de las preguntas y la conversación.
Publicado por la editorial Gris Tormenta, en su colección Editor, en este ensayo Tentoni profundiza en la entrevista como fuerza detonadora de su propia escritura creativa. “Es un libro que yo tenía dentro, son ideas muy viejas que me ayudaron a trabajar cosas que nadie me enseñó. Preguntar es muy difícil y placentero, sigue siendo un reto y una belleza porque es un juego de ideas. Este libro homenajea esos momentos de las entrevistas, una reflexión sobre por qué los artistas y escritores me contaban lo que me contaban, es un trabajo que sigo haciendo, me sigue gustando la entrevista. El periodismo es un ejercicio muy exigente para el que debemos de estar muy preparadas”, afirma.
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En el libro, la poeta y ensayista ordenó un cúmulo de ideas sobre la escritura y la entrevista que define como “una guerra suave” con un alto nivel de exigencia, “venir de otro mundo —es abogada— y tener conciencia de lo que me faltaba me llevaba a exigirme mucho más. No venía ni del periodismo ni de la literatura, entonces me preparaba muchísimo. Los tatuajes de la falta no se van. Por eso me siento tan cómoda en la duda, en la pregunta, no en las respuestas”, asegura Tentoni.
Dice que en el libro pudo ordenar sus ideas, por ejemplo, su certeza de que en la escritura es muy difícil porque es una práctica en la que el escritor se mueve a tientas, “nada es claro cuando uno está escribiendo, además es un oficio de inconsolable soledad. No hay manera de escribir sin inventarse a la vez, además de un estilo y un imaginario, una manera de estar sola. Y por supuesto eso tiene costos, la soledad de la escritura es muy especial, es estar en silencio con la mente disponible. Sigo sin entender por qué escribimos, supongo que es una manera más intensa de vivir”.
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La escritora indica que hay un placer en la escritura, la transcripción y la edición de las entrevistas literarias que hace, que no dejan de ser procedimientos muy literarios que sigue viviendo como una forma de escritura, pero también intenta que ese ejercicio del periodismo no coma su energía para escribir sus libros.