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La industria editorial privada quedará este año totalmente excluida de la elaboración, edición e impresión de los Libros de Texto Gratuitos para secundaria, que durante más de 25 años realizó de todas las materias para venderlos al Estado mexicano a través de la Secretaría de Educación Pública y de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg). El año pasado, la SEP decidió elaborar toda la familia de libros de texto para secundaria, salvo los libros de enseñanza del idioma inglés; de éstos se vio obligada a adquirir alrededor de 5.9 millones de libros para el ciclo escolar 2023-2024, con la industria editorial privada (que tanto critica).
Sin embargo, esa compra del Estado a los editores que aún representaba un ingreso para al menos 11 de las 27 editoriales dedicadas al libro de texto en el sector privado, se perderá para el ciclo escolar 2024-2025, pues la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP, a cargo de Marx Arriaga, ha decidido elaborar también los libros de inglés, no sólo de secundaria, también de primaria y preescolar.
El pasado 1 de febrero, la Dirección General de Materiales Educativos lanzó una convocatoria: Invitación para el registro de aspirantes a participar en el proceso para la creación, desarrollo, innovación y revisión de materiales educativos y auxiliares didácticos para la enseñanza del idioma inglés en preescolar, primaria y secundaria. Quienes sean seleccionados para elaborar los libros de texto de inglés, incluidos los de nivel secundaria, serán dados a conocer el 1 de marzo, a partir de esa fecha comenzará la elaboración de los materiales que deberán estar en las aulas a finales de agosto.
Con esa convocatoria, los editores dedicados al libro de texto en México, agremiados en la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), quedan fuera, de manera total, de la elaboración e impresión de los libros de texto para secundaria.
En una carta dirigida a la titular de la Secretaría de Educación Pública, Leticia Ramírez Anaya, con fecha del pasado martes 20 de febrero —de la que EL UNIVERSAL tiene copia con acuse de la Dirección de Materiales Educativos y de la subsecretaría de Educación Básica de la SEP—, los editores solicitan a la funcionaria una reunión para “diseñar conjuntamente nuevas fórmulas de colaboración”. Le señalan que esta nueva convocatoria “acredita una vez más, la exclusión de la industria editorial de nuestro país en la elaboración de materiales, ahora en la enseñanza del idioma inglés”.
Le recuerdan que la exclusión que vulneró los derechos de algunos afiliados al suprimirles participar en la dotación de libros de secundaria los llevó a interponer un juicio de amparo en los tribunales federales.
La convocatoria se da en los plazos en los que los editores ya habían entregado a las SEP sus libros para ser evaluados, y luego ser seleccionados por los maestros, para posteriormente comenzarlos a imprimir y entregarlos con buen tiempo a Conaliteg. El año pasado, la SEP elaboró 33 millones 375 mil ejemplares de 19 títulos —seis por cada grado y uno destinado a los maestros— para las secundarias públicas de todo el país mediante licitación a nueve imprentas.