La Ciudad de México es un abanico de avenidas, parques, mercados, museos y un sin número de casas y edificios. Resulta desafiante pensar en los procesos históricos que pasaron a lo largo de las últimas 10 décadas para erigir la capital como lo que hoy es: un emblema de la modernidad en Latinoamérica.
La capital tuvo uno de sus mayores crecimientos urbanos durante la regencia del sonorense Ernesto P. Uruchurtu (1906-1997), quien pasó a la historia como el regente que permaneció 14 años (1952- 1966) al frente del entonces Distrito Federal.
Aunado a los 180 mercados públicos que se hicieron en su mandato (destacan la Merced, la Lagunilla y el de Peralvillo), se suman obras urbanas emblemáticas, como el entubamiento del Río de la Piedad y la construcción del Viaducto Miguel Alemán, además de parques como el Bosque de Aragón, la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec y espacios culturales como el Museo de la Ciudad de México y el Museo de Arte Moderno.
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Por otro lado, Uruchurtu también es recordado como “El Regente de Hierro”, un político con un carácter fuerte, con capacidad de alienación a los gobiernos en turno y por su criticada política moralizadora, que consistió en la reordenación de las calles, censura a espectáculos teatrales y musicales y combate a la prostitución, entre otras medidas.
Pero ¿quién fue realmente Uruchurtu y cómo se mantuvo 14 años al frente de la capital? Manuel Perló Cohen, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, hizo una investigación sobre los orígenes, crecimiento, regencia y caída de El Regente de Hierro, la cual se materializó en el libro "Uruchurtu. El Regente de Hierro" (2023), dividido en dos tomos: Orígenes y primera regencia y Auge y exilio, ambos publicados por el IIS.
En entrevista, Perló Cohen brindó detalles sobre los orígenes políticos de Uruchurtu y su impronta como regente en la capital, así como detalles inéditos de su vida.
Además relató que durante su investigación halló una entrevista radiofónica de 2000 con Andrés Manuel López Obrador, meses antes de ocupar la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, en la que dijo que sería “como Uruchurtu, pero democrático. Creo que podemos ver similitudes en ambas formas de gobernar, por ejemplo, las decisiones las tomaban de un día para otro, no pedían perdón ni permiso y actuaban sin avisar, sin preguntar”, comparó el investigador.
Anticomunista y antisemita
Perló Coen, quien desciende de una familia judía, expresó que su investigación tuvo un sobresalto al enterarse de que Uruchurtu estaba contra los judíos. “Hay un par de artículos escritos por Uruchurtu en el diario "El Pueblo"donde muestra claramente su pensamiento antisemita; antes de ser regente, él estuvo en otros cargos políticos en Sonora; también fue colaborador de "El Pueblo", un diario sonorense de la época de los 30 y 40 en donde escribió sus ideales y posturas políticas”.
Un fragmento de un texto publicado por Uruchurtu en 1939 dice: “Sólo los judíos […] han podido entrar con relativa facilidad al país, al grado de que en esta Capital ya constituyen una insoportable y torturante plaga. El potentado judío se ha convertido en el factótum de las más grandes inmoralidades”.
Perló Cohen explicó también que, en ese periodo, Uruchurtu dejó ver su disgusto por el gobierno del entonces presidente Lázaro Cárdenas. “En el sexenio de Cárdenas, Uruchurtu lanzó críticas al gobierno federal, no le parecía lo que se hacía en materia migratoria, lanzaba dardos contra los judíos, eso nos habla más de su personalidad”, agregó.
Uruchurtu, quien estudió Derecho en la UNAM, estuvo rodeado de personajes de la vida política desde los primeros años de su ejercicio profesional. “Al viajar a la Ciudad de México para estudiar la licenciatura, se rodea de algunos personajes políticos de la época, hablo de cercanos al Maximato, de políticos que vivieron los beneficios de la Revolución Mexicana, Uruchurtu estuvo rodeado de ellos desde joven, y cuando regresa a Sonora, se lleva esos ideales con él”, dijo el investigador del IIS. En artículos publicados en El Pueblo, explicó Perló Cohen, Ernesto P. Uruchurtu mostró también ideales anticomunistas. “El hecho es relevante, nos muestra que antes de ser regente estaban estos ideales anticomunistas, contrarios a Lázaro Cárdenas”, añadió.
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Política muy criticada
Perló Cohen documentó la relación cercana de Uruchurtu con el expresidente Miguel Alemán Valdés, quien gobernó de 1946 a 1952.
En esa gestión, Uruchurtu ocupó el cargo de subsecretario de Gobernación, a pesar de que siempre quiso el puesto de secretario, para ser el sucesor de Alemán Valdés.
Pero, detalló el investigador, Miguel Alemán lanzó a Adolfo Ruiz Cortines, y Uruchurtu quedó fuera de la contienda por la Presidencia.
“¿Por qué Uruchurtu quedó como jefe del Distrito Federal? Yo analizo posibles respuestas. No tuvo un cargo administrativo antes ni en la capital ni en Sonora. ¿Entonces? Yo creo que se le da el puesto de regente debido a que su antecesor, Fernando Casas Alemán, quedó muy mal parado, acusado de corrupción. Uruchurtu, debido a su cercanía con Miguel Alemán, era el indicado para cuidar espaldas, y lo hizo muy bien”.
El investigador agregó que otra explicación posible es que se estableció un pacto entre los expresidentes Alemán Valdés y Ruiz Cortines de tener gente en el gabinete que diera continuidad a los gobiernos y, debido a la cercanía de Uruchurtu, se le designó el puesto de regente de la capital.
“¿Por qué se quedó los primeros 12 años? Porque fue capaz de adaptarse a la agenda de los Presidentes. Esto es algo que yo añado y que discuto con otros autores, ya que se afirma en algunos artículos que el gobierno de Uruchurtu fue autónomo y con libertad, pero no, se alineó al gobierno de Ruiz Cortines con inversión en escuelas, mercados, agua, drenaje, ahorraba recursos, no hizo obras espectaculares, era efectivo y sabía gastar el dinero en obras públicas”, detalló Perló Cohen.
Sin embargo, una de las manchas oscuras del gobierno de El Regente de Hierro fue la política de moralización. De acuerdo con la investigación, las convicciones anticomunistas y su formación como penalista influyeron en su forma de combatir el crimen.
“Esa política ha sido criticada por pensadores como Carlos Monsiváis hasta llegar a los propios parientes de Uruchurtu, pero yo sostengo que ha sido poco estudiada, en los libros la desarrollo, la analizo, doy motivos con base en fuentes históricas”, explicó Perló Cohen.
Aunque pareciera que hoy la política moralizadora de Uruchurtu es una cuestión negativa, en su momento fue apoyada por periódicos, agrupaciones y la Iglesia, agregó.
Ernesto P. Uruchurtu renunció al cargo de regente el 14 de septiembre de 1966, tras presiones con el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Después de su renuncia tuvo pocas apariciones en la vida pública del país, hasta su muerte en 1997.